Las películas de terror suelen servir como narrativas de advertencia, advirtiendo a los espectadores a través de las pruebas que enfrentan sus personajes. Desde la trágica historia del monstruo de Frankenstein hasta las familias que ignoran las graves advertencias antes de abrazar los espacios embrujados, estas historias están impregnadas de lecciones morales. En particular, las narrativas de terror arraigadas en el folclore ejemplifican temas éticos atemporales. Los héroes a menudo enfrentan pruebas que desafían su carácter, a veces conduciendo a destinos trágicos que enfatizan la importancia de la integridad moral. Esta complejidad a menudo conduce a una dinámica inquietante donde los villanos en las películas de terror pueden parecer justificados en sus acciones, como se ve en «Carrie», donde la horrible represalia de la protagonista surge de su propio maltrato severo.
Además, el género de terror refleja a la perfección las ansiedades sociales de su tiempo. Recientemente, ha habido un aumento de las narrativas de terror centradas en la inteligencia artificial, que exploran las consecuencias del error humano y las transgresiones éticas. Las películas de terror más resonantes imparten lecciones de vida importantes, no a través de una enseñanza abierta, sino permitiendo a los espectadores discernir los resultados de las decisiones erróneas de los personajes a lo largo de la trama. Por lo tanto, los «héroes» de determinadas películas de terror pueden actuar más como antagonistas, catalizando su propia caída.
10Dana Polk
La cabaña en el bosque (2012)
En “La cabaña en el bosque”, las decisiones de Dana Polk resultan profundamente controvertidas, en particular en el entorno de alto riesgo en el que se encuentra. Aunque su acto inicial de recitar palabras prohibidas de un diario puede parecer perdonable, marca el punto de partida de un catastrófico brote de zombis. A medida que la situación se agrava, las decisiones posteriores de Dana revelan sus complejidades morales, lo que lleva al público a apoyar a la fuerza antagónica.
Si bien Dana no es la única artífice de la catástrofe (Marty comparte la culpa), sus acciones plantean importantes cuestiones éticas. En última instancia, se enfrenta a un predicamento en el que su inacción tiene consecuencias importantes. A pesar de la posibilidad de salvar a la humanidad sacrificándose, sus decisiones la dejan vilipendiada a los ojos de algunos espectadores.
9 Jill Roberts
Grito 4 (2011)
La franquicia “Scream” es celebrada por su interpretación autorreferencial de las películas de terror, pero la revelación de Ghostface sigue siendo uno de sus elementos más emocionantes. En “Scream 4”, la impactante revelación de Jill Roberts como la asesina añade un giro escalofriante, ya que sus motivaciones parecen personales y maliciosas, derivadas de la envidia en lugar del típico arquetipo del villano. Sus acciones invitan a los espectadores a reconsiderar las profundidades de la rivalidad familiar y las consecuencias de la fama.
8 Juno Kaplan
El descenso (2005)
El tema del duelo es omnipresente en el género de terror, y muestra cómo la pérdida personal puede llevar a los personajes a una moral gris. Juno Kaplan ejemplifica esta lucha en “The Descent”, donde su espíritu aventurero lleva a consecuencias nefastas para sus amigos. Su traición (tanto a la confianza de sus amigos como a su seguridad) al buscar emociones fuertes y participar en una aventura secreta ensombrece sus intenciones.
Aunque su voluntad de enfrentar el peligro sugiere un arco redentor, sus decisiones anteriores la delatan como un personaje egoísta, lo que lleva al público a preguntarse si sus acciones justifican su destino.
7 Ellison Oswalt
Siniestro (2012)
Ellison Oswalt representa el epítome de los protagonistas de películas de terror egoístas en “Sinister”. A diferencia de los aventureros curiosos, su elección deliberada de explotar un domicilio embrujado para obtener ganancias literarias pone en peligro a su familia. Su abandono de la precaución en aras de la ambición conduce a desenlaces trágicos, que muestran las terribles repercusiones de la codicia y la negligencia.
“La macabra historia de Sinister presentó al público la figura sobrenatural ‘Bughuul’ del director Scott Derrickson, que desde entonces se ha convertido en un famoso monstruo cinematográfico, generando una secuela de la película que se estrenó en 2015”. – Mark Birrell – Las 10 mejores películas de terror como Sinister
La manera en que Oswalt rechaza las señales ominosas para obtener beneficios personales ilustra cómo la ignorancia puede cultivar el horror, marcándolo en última instancia como un villano para su familia, a pesar de estar indirectamente respaldado por una entidad sobrenatural.
6 Adelaide Wilson/Rojo
Nosotros (2019)
“Nosotros”, de Jordan Peele, aborda un profundo comentario social a través de la historia de los dobles. La trama explora de forma intrincada las disparidades de clase y los privilegios, y culmina con la revelación de que Adelaide es la verdadera villana. Tras haber usurpado la vida de su yo original, la conciencia de Adelaide se ve ensombrecida por su obsesión por una existencia cómoda, lo que deja a su contraparte atada y a otros en una situación desesperada.
Esta dualidad plantea cuestiones morales sobre el privilegio y los sacrificios realizados para la autoconservación, enmarcando a Adelaide como una antagonista compleja dentro de la narrativa.
5. Christian Hughes
Pleno verano (2019)
“Midsommar”, de Ari Aster, se adentra en el duelo y el costo emocional de una pérdida traumática. Christian Hughes encarna el estereotipo del novio tóxico, exhibiendo conductas de manipulación psicológica mientras busca obtener beneficios personales a expensas de su pareja. Su trato con Dani revela graves defectos, a pesar de su victimización final en el ritual que sigue.
Si bien despierta cierta simpatía, su negligencia y egoísmo generales a lo largo de la relación lo retratan como un antagonista en el viaje de Dani hacia la curación, lo que eventualmente contribuye a su empoderamiento.
4 Gracia Stewart
Los otros (2001)
En “Los otros”, Grace Stewart ejemplifica la culminación de la locura inducida por el dolor, tal como la retrata Alejandro Amenábar. El giro culminante de la película revela que Grace, que parece ser una madre protectora, es, de hecho, una antagonista que orquestó la muerte de sus hijos en su desesperación. Esta trágica revelación altera la percepción que el público tiene de ella a lo largo de la película.
Su descenso a la paranoia y sus acciones subsiguientes la llevan a convertirse en un terror espectral dentro de su propia casa, lo que complica la narrativa de victimización y villanía.
3 María
Alta tensión (2003)
“High Tension” es un interesante estudio de caso sobre las líneas borrosas que hay dentro de los estereotipos de las películas de terror. Aunque presenta una chica final fuerte, el giro revela una conexión más profunda entre la antagonista y la protagonista que plantea preguntas sobre la representación psicológica. El controvertido final de la película invoca opiniones firmes sobre las enfermedades mentales, la homosexualidad y los estereotipos que emplea.
“El final inesperado de Haute Tension nunca fue del agrado de los críticos, ya que muchos de ellos sintieron que sus revelaciones extravagantes deshicieron gran parte de la tensión y el suspenso efectivos de la película”. – Cathal Gunning – ScreenRant
2 conductores
Nadie vive (2013)
En “No One Lives”, la búsqueda de venganza de Driver rápidamente se transforma en una historia de violencia desenfrenada, lo que lo coloca firmemente en el papel de villano. Aunque inicialmente se lo retrata como una víctima, sus tendencias sádicas y sus actos deliberados de brutalidad lo establecen como quizás el personaje más despiadado, culminando en un marcado contraste con las expectativas del público.
Sus acciones violentas y la inquietante realidad de su cautiverio pintan un retrato terrible de un hombre que, a pesar del encuadre inicial comprensivo, finalmente se convierte en una representación aterradora de la villanía dentro del género del terror.
1 Amanda joven
La sierra II (2005)
La transformación de Amanda Young de víctima a villana en la serie Saw acentúa las complejidades de las narrativas de terror. Inicialmente representada como una sobreviviente obligada a participar en un juego desgarrador, su evolución a cómplice de Jigsaw resalta la ambigüedad moral presente en la franquicia. Mientras ayuda a perpetuar el retorcido legado de Jigsaw, Amanda encarna la esencia misma de la villanía disfrazada de supervivencia.
Este giro recontextualiza sus luchas anteriores, provocando reflexiones sobre la moralidad dentro de los confines del cine de terror y subrayando que incluso las víctimas percibidas pueden albergar tendencias oscuras cuando se ven arrastradas al caos de la supervivencia.
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