28 años después, La princesa Mononoke sigue siendo una obra maestra atemporal

28 años después, La princesa Mononoke sigue siendo una obra maestra atemporal

Sinopsis de la película

  • La reciente restauración de IMAX muestra los elementos extraordinarios de La princesa Mononoke, resaltando su notable diseño de sonido y su destreza narrativa visual.
  • La exploración de la violencia que realiza la película es profundamente significativa y arroja luz sobre el conflicto duradero entre la humanidad y el mundo natural.
  • Ashitaka actúa como mediador en esta narrativa, buscando el equilibrio interno y externo, encapsulando una lección atemporal sobre la coexistencia.

Título

La princesa Mononoke

Director

Hayao Miyazaki

Estudio

Estudio Ghibli

Fecha de lanzamiento

12 de julio de 1997

Desde su estreno hace casi tres décadas, La Princesa Mononoke ha seguido cautivando al público. Esta nueva restauración en IMAX 4K, estrenada por GKIDS, sirve como un conmovedor recordatorio de la poderosa narrativa y los logros estéticos de la película. A pesar de su flojo desempeño inicial en Norteamérica, tras su éxito rotundo en Japón, la película se ha mantenido como un clásico entrañable, ganándose el respeto tanto de la crítica como del público. Cabe destacar que el reconocido crítico de cine Roger Ebert la describió como la mejor obra de Miyazaki, una opinión que persiste incluso cuando películas más recientes compiten por ese título.

Mejoras de la experiencia IMAX

Ninguno
Ninguno
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Ninguno
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Esta restauración no solo realza la película, sino que anima a los espectadores a sumergirse en la experiencia completa, encarnando la frase «con los ojos despejados», como sugiere Ashitaka, el protagonista. Si bien el formato IMAX sirve para elevar la experiencia visual, son las dimensiones auditivas las que impactan profundamente al espectador. La cautivadora banda sonora de Joe Hisaishi se combina con una actuación de voz excepcional y efectos de sonido complejos, creando un paisaje sonoro inmersivo que ahora se materializa con una claridad asombrosa.

Como en muchas películas de Studio Ghibli, la animación cautiva al público, pero es el intrincado arte Foley lo que ancla este mundo de fantasía, haciéndolo tangible. La película comienza con una clase magistral de narrativa visual, utilizando el sonido para crear tensión y cautivar al público. Cada espada desenvainada y cada cuerda de arco tensa resuena con intensidad, sumergiendo al espectador en la urgencia de la narrativa.

Explorando la obra más intensa de Miyazaki

Para los recién llegados o quienes lo hayan olvidado, La Princesa Mononoke puede resultar sorprendentemente violenta en comparación con otras obras de Miyazaki. El dinámico diseño de sonido de la película realza cada secuencia de acción, garantizando que la violencia sea impactante en lugar de innecesaria. Este delicado equilibrio refleja los sentimientos encontrados de Miyazaki sobre la violencia, representándola con una precisión que resuena en sus momentos más intensos.

En esencia, la película examina una lucha ancestral entre la humanidad y el medio ambiente, relacionándola con temas ambientalistas presentes en clásicos anteriores de Ghibli como Nausicaä. La magistral animación de los personajes se complementa con un diseño de sonido de gran calidad, intensificando los conflictos inherentes y creando una experiencia visual cautivadora. Esta narrativa evita la simple dicotomía del «bien contra el mal», ilustrando en cambio una compleja interacción de motivaciones.

Reflexiones profundas sobre la Princesa Mononoke

La princesa Mononoke anime

La trama se desarrolla cuando Ashitaka, un príncipe, se enfrenta a un jabalí demoníaco que siembra el caos en el bosque, lo que provoca la muerte de la criatura y la consiguiente maldición de Ashitaka, un destino que finalmente pone en peligro su vida. Su viaje para descubrir el origen de la animosidad del jabalí hacia la humanidad lo lleva a Irontown, donde descubre el conflicto entre la industria humana y la voluntad de los espíritus del bosque.

A lo largo de sus proyectos cinematográficos, Studio Ghibli ha logrado crear mundos auténticos e inmersivos. Miyazaki utiliza con maestría esta atmósfera en La Princesa Mononoke para cautivar al espectador, haciéndole empatizar tanto con los espíritus del bosque como con los habitantes de Irontown. Al final de la película, queda claro lo difícil que es presentar a un bando como simplemente «villanos», fomentando así una perspectiva equilibrada.

Personajes con matices en La princesa Mononoke

Lady Eboshi entre las mujeres de Irontown en La princesa Mononoke

Lady Eboshi ejemplifica esta complejidad. Como líder de Irontown, desempeña un papel fundamental en la lucha entre la humanidad y la naturaleza. Si bien San, la princesa titular, la desprecia, los habitantes de Irontown reconocen su liderazgo e ingenio. Los espectadores se adentran en su personaje a través de la calidez, la risa y la resiliencia de la comunidad.

Las mujeres de Irontown, muchas de las cuales Eboshi ha rescatado de circunstancias desesperadas, encarnan la confianza y la fortaleza, y a menudo muestran un humor que enriquece la narrativa. A pesar de su papel en el conflicto, el genuino interés de Eboshi por su comunidad (incluidos los grupos marginados) la convierte en un personaje multidimensional, revelando motivaciones que desafían las interpretaciones simplistas de la villanía.

Ashitaka: un héroe proactivo

Ashitaka y San en La princesa Mononoke

Ashitaka emerge como el mediador de la historia; su conexión única con los dioses y la humanidad es fundamental en su viaje. La maldición le otorga una fuerza inmensa, pero también lo expone a la misma ira que alimenta a las criaturas del bosque, obligándolo a confrontar la línea entre la justicia y la venganza. Su heroísmo se caracteriza por su habilidad para sortear las fuerzas opuestas: una mezcla de tenacidad humana y la ira de la naturaleza.

Ver con ojos despejados por el odio se convierte en el principio rector de Ashitaka, un concepto que intriga a Eboshi, hastiado del cinismo. La madura resolución de la película destaca que el perdón no es fácil de alcanzar y que el verdadero progreso a menudo surge del compromiso más que de la conquista, ofreciendo una perspectiva profunda sobre la resolución de conflictos.

¿Es esta la creación cumbre de Miyazaki?

Ashitaka en La princesa Mononoke

Este análisis apenas roza la superficie de la riqueza de la película. Los dioses del bosque, imbuidos de un aura de autoridad, evocan temas de respeto y miedo, mientras que la protagonista, San, al igual que Ashitaka, se encuentra atrapada en un delicado equilibrio entre dos mundos, tras haber renunciado a su humanidad. Su relación constituye el eje central de la narrativa, enfatizando el mensaje central de la película: empatía y comprensión.

La Princesa Mononoke es grandiosa tanto en su alcance como en su ambición, entrelazando con elegancia temas complejos sin abrumar al espectador. Su magistral factura respeta la inteligencia del público, permitiéndole comprender sus profundas ideas. Aunque algunos argumenten que no es la obra maestra definitiva de Miyazaki, sin duda se encuentra entre sus obras más destacadas.

La película se proyecta actualmente en cines IMAX de Norteamérica. Para quienes prefieran verla en casa, está disponible en streaming en MAX y se puede comprar en Blu-ray/DVD a través de GKIDS. Aunque aún no se ha anunciado un lanzamiento en vídeo doméstico 4K, es posible que se estrene tras su estreno en cines.

Fuente e imágenes

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