Las películas biográficas suelen exagerar la personalidad de sus protagonistas, sacrificando su profundidad en favor del espectáculo. Sin embargo, A Complete Unknown explora las complejidades del personaje de Bob Dylan manteniendo una distancia intencionada. Dirigida por James Mangold, que coescribió el guion con Jay Cocks, esta película deja al público con una sensación de cierta distancia con el enigmático artista. Parece diseñada para ocultar cualquier revelación sobre Dylan, lo que, aunque potencialmente deliberado, resta valor a la experiencia narrativa.
Esta película se inspira en el libro de Elijah Wald, *Dylan Goes Electric! Newport, Seeger, Dylan, and the Night That Split the Sixties*, que captura un momento crucial en la historia de la música. Representa la electrizante noche en el Newport Folk Festival, donde la mezcla de sonidos de Dylan provocó tanto vítores como abucheos del público. Vemos a Dylan, interpretado por Timothée Chalamet, cuando era un joven que llegaba a la ciudad de Nueva York en 1961 en busca del legendario músico folk Woody Guthrie (interpretado por Scoot McNairy). En una escena conmovedora, Dylan actúa para Guthrie y su colega artista Bob Seeger (Edward Norton), lo que marca el inicio de su ilustre carrera.
Un completo desconocido mantiene al público a distancia
Tras la llegada de Dylan a Nueva York, su historia de fondo permanece en gran parte inexplorada, lo que realza su misterio a medida que la narración cambia el foco hacia su viaje musical y su impacto. Desde lugares íntimos de música hasta el extenso Festival Folklórico de Newport, la película se relaciona con la presencia magnética de Dylan y la fascinación del público por él, aunque de manera superficial. La representación de su relación con su novia Sylvie Russo (Elle Fanning), un personaje inspirado en Suze Russo, y el ícono folk Joan Baez (Monica Barbaro) ofrece una visión limitada. El talento de Fanning parece subutilizado, retratando una sutil frustración con el ascenso de Dylan a la fama y la agitación asociada. Curiosamente, la profundidad emocional de ambas mujeres resuena más que el personaje de Dylan en sí, que sigue siendo enigmático detrás de sus gafas de sol y su comportamiento sereno.
Si bien la narrativa busca explorar a un artista reacio a compartir sus pensamientos internos, este enfoque crea un abismo emocional que resta interés al público. Ver el viaje de Dylan a menudo parecía un ejercicio de desapego, lo que disminuyó significativamente mi compromiso con la historia. La película está firmemente arraigada en la década de 1960, a pesar de reconocer la extensa carrera de Dylan. Si bien los fanáticos devotos pueden disfrutar de la experiencia, A Complete Unknown en última instancia sirve como una película biográfica convincente pero frustrante.
La verdadera fuerza de *A Complete Unknown* reside en sus interpretaciones musicales, donde la interpretación de Dylan por parte de Chalamet realmente se enciende. Es en estas escenas donde la emoción es más palpable, mostrando una conexión vibrante con la extensa discografía de Dylan de los años 60. Momentos memorables, como la interpretación de “The Times They Are a-Changin’” y el dueto “It Ain’t Me Babe” con Baez, elevan la narrativa más allá de la mera exposición.
Las actuaciones de A Complete Unknown son sobresalientes
Timothée Chalamet es un buen actor
Chalamet encarna a Dylan con maestría, desde su característica voz ronca hasta sus gestos llenos de matices. Su interpretación captura la naturaleza despreocupada pero introspectiva de Dylan, lo que hace que la actuación sea cautivadora. Cuando se enfrenta a un público despectivo, Chalamet muestra frustración mientras mantiene la compostura, encapsulando el complejo espíritu del artista de una manera que es a la vez desafiante y gratificante.
Los actores secundarios también destacan, en particular Barbaro como Joan Baez, que ofrece una interpretación sentida y rica en matices emocionales. Sus expresiones matizadas, que van desde la exasperación hasta la adoración, realzan el paisaje emocional de la película. La interpretación de Bob Seeger por parte de Edward Norton también impresiona, ofreciendo una actuación bien medida que contrasta la calidez con un deseo subyacente de control, lo que agrega profundidad a la narración.
En esencia, *A Complete Unknown* se encuentra en un equilibrio entre una profunda reflexión y una falta de profundidad. Presenta un sólido desarrollo de los personajes que conduce a la actuación eléctrica de Dylan en el Newport Folk Festival en 1965, capturando la cautivadora tensión entre los puristas del folk como Seeger y el sonido en evolución de Dylan. Sin embargo, la película mantiene un cierto distanciamiento similar a ver a Dylan desde lejos en un estadio lleno, audible pero intangible. Si bien este concepto se alinea con el título, la ejecución puede dejar a los espectadores con una sensación de cierta desconexión.
A Complete Unknown se estrena en cines el 25 de diciembre. La película tiene una duración de 141 minutos y tiene una clasificación R por lenguaje inapropiado.
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