
La narrativa de One Piece teje intrincadamente un tapiz de poder y autoridad, con los Dragones Celestiales en la cima de la jerarquía del Gobierno Mundial. Los Marines, liderados por figuras como el Almirante Kizaru (Borsalino), personifican la frase «Justicia Confusa».Su enigmática personalidad añade un toque de intriga a su personaje, especialmente evidente en el arco argumental de Egghead.
Los recientes acontecimientos en este arco revelan una preocupante división interna en la Marine, lo que sugiere que Kizaru podría convertirse en una figura clave en un posible cisma. Si bien la especulación suele centrarse en otros almirantes, como Fujitora o Akainu, las acciones de Kizaru sugieren que podría estar al borde de una transformación significativa. Si decide abandonar sus alianzas actuales, podría desencadenar una facción revolucionaria dentro de la Marine, alterando profundamente el equilibrio de poder en el universo de One Piece.
Descargo de responsabilidad: Este artículo presenta una teoría especulativa basada en la perspectiva del autor.
La personalidad de Kizaru en desintegración: los conflictos internos revelados en el arco de la Isla Egghead de One Piece
Kizaru ha proyectado a menudo una imagen de indiferencia despreocupada a lo largo de sus apariciones en One Piece. Sin embargo, momentos críticos del arco actual han comenzado a exponer la fragilidad de esta actitud. Al describirse como «un simple engranaje» durante los eventos cruciales en la Isla Egghead, revela un aspecto significativo de su psique: se percibe como un mero ejecutor de las directivas del Gobierno Mundial, carente de verdadera capacidad de acción en materia de justicia.
Este desapego emocional funciona como mecanismo de defensa, permitiéndole cumplir órdenes sin tener que lidiar con sus consecuencias éticas. Sin embargo, las circunstancias en la Isla Cabeza de Huevo han obligado a Kizaru a afrontar estos dilemas de frente. Una escena particularmente reveladora ocurre cuando ataca a Bonney con los ojos cerrados, negándose simbólicamente la oportunidad de reconocer las consecuencias de sus acciones.
Este momento de vulnerabilidad sugiere que Kizaru no es tan distante emocionalmente como cree. Más bien, ha estado reprimiendo sus sentimientos para cumplir con su rol dentro del sistema opresor. Un momento clave se produjo cuando Akainu lo confrontó, acusándolo de incumplir con sus deberes, lo que provocó un inusual arrebato de ira que insinuó el desmoronamiento de su fachada cuidadosamente forjada.
El camino de la apatía a la insurrección: cómo los acontecimientos de Egghead Island podrían definir el viaje de Kizaru
Las implicaciones del conflicto interno de Kizaru se acentúan en el contexto de la reacción del Gobierno Mundial ante las consecuencias del incidente de Egghead. Históricamente, la estrategia de los Gorosei ha consistido en eliminar a cualquier testigo, algo que recuerda su brutal enfoque tras el incidente de Ohara.
Sin embargo, con numerosos marines y agentes del PC presenciando la caída de Saturno y las importantes pérdidas del Gobierno Mundial, la idea de una purga generalizada parece contraproducente. Esto debilitaría su propia fuerza militar y probablemente desembocaría en una campaña contra cualquier disidente. Quienes se atrevan a cuestionar la autoridad podrían verse «desaparecidos», lo que generaría un ambiente de aprensión entre las filas.

El desarrollo del personaje de Kizaru se verá significativamente afectado al presenciar tales acciones opresivas. A diferencia de muchos de sus compañeros, ya ha expresado una genuina preocupación por sus subordinados, como lo demuestran sus intentos de salvarlos durante la Llamada de la Muerte. Su posible transformación podría ser similar a la de Aokiji tras el desastre de Ohara.
Al igual que Aokiji, cuya experiencia lo obligó a reevaluar su comprensión de la justicia, las consecuencias de Egghead Island podrían actuar como catalizador para la metamorfosis de Kizaru de un participante pasivo a un desafiante proactivo del sistema corrupto al que ha servido.
Este giro narrativo presenta una ironía cautivadora: el Almirante aparentemente más apático podría convertirse en un ferviente revolucionario. A medida que evoluciona su filosofía de «Justicia Confusa», Kizaru podría llegar a comprender que la verdadera justicia requiere confrontar a la jerarquía corrupta de los Dragones Celestiales.
Reflexiones finales
A medida que One Piece se acerca a su batalla culminante, la posibilidad de que Kizaru se posicione como una figura transformadora se avecina. Su deserción podría dar lugar a una nueva facción de marines desilusionados que buscan justicia genuina, separada tanto del Ejército Revolucionario como del Gobierno Mundial. Este movimiento «separatista» en desarrollo promete añadir complejidad al conflicto general, superando una simple dicotomía.
Curiosamente, Kizaru, quien posee los poderes de la luz, emerge como un faro potencial, exponiendo la corrupción arraigada en el gobierno y guiando a sus compañeros Marines hacia una concepción más auténtica de la justicia. Tras años de aferrarse como ejecutor, el Almirante Kizaru podría finalmente alzarse contra el sistema, alterando el equilibrio de poder y redefiniendo la esencia de la justicia en los eventos culminantes de One Piece.
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