
La última entrega del capítulo 297 de Blue Lock marca un momento crucial para Seishiro Nagi, lo que despertó su espíritu competitivo. Si bien Reo Mikage jugó un papel fundamental en su motivación, fue la ambiciosa mentalidad del Maestro Delantero Chris Prince la que realmente lo inspiró, ya que Prince demostró una firme negativa a pasar el balón a jugadores que no encarnaban sus ideales.
En el capítulo anterior, Yoichi Isagi se propuso emprender la emocionante aventura de alcanzar el primer puesto. En el camino, Meguru Bachira y Otoya Eita anotaron goles cruciales, impulsando al FC Barcha a la delantera contra Manshine City. A medida que la tensión crecía, Reo le sugirió a Nagi un plan electrizante, sentando las bases para los acontecimientos de este capítulo.
Descargo de responsabilidad: este artículo contiene spoilers del manga Blue Lock.
Análisis del capítulo: El despertar de Seishiro Nagi en Blue Lock

Titulado «Hacia el Futuro», el capítulo 297 continúa con Nagi maravillado por la transformación de Reo. A pesar de reconocer los miedos de Reo, Nagi se siente decidido a dar un paso al frente y cumplir sus expectativas. La narrativa se centra entonces en Yoichi Isagi, quien reflexiona sobre la evolución de sus habilidades. Aunque reconoce un progreso significativo en su juego, le cuesta encontrar constantemente su pasión, un componente vital de su éxito. Ego Jinpachi pronto revela el resultado de la clasificación final de la subasta, donde Ryusei Shidou consigue una asombrosa oferta de 160 millones de Paris X Gen, superando a Shoei Barou.

La acción regresa al partido entre el Manshine City y el FC Barcha, donde Nagi se concentra intensamente en posicionarse para los posibles pases de Reo. Sin embargo, al sortear con destreza a dos defensas, se enfrenta al dilema de pasar o disparar. En un momento de tensión, Lavinho intercepta y se apodera del balón, pero Chris Prince interviene rápidamente, imponiendo su dominio en el campo.
La negativa del Príncipe a pasarle el balón a alguien que no compartiera sus ideales lo lleva a elegir a Reo como el punto focal del ataque. Lo anima a aprovechar el momento y disparar a puerta. Lleno de energía, Reo imita la carrera estratégica de Otoya Eita antes de ejecutar el característico Tiro Directo de Yoichi Isagi, empatando el marcador para Ciudad Manshine.

Lamentablemente, el partido termina con ambos Maestros Goleadores saliendo del campo. En un momento de camaradería, Reo le expresa su pesar a Nagi por haber disparado él mismo. Nagi, reflexionando sobre su relación, le asegura que valora su compañerismo y reconoce su propia necesidad de crecimiento. Con este momento compartido, la pasión competitiva de Seishiro Nagi finalmente se enciende.
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