
Las últimas filtraciones del capítulo 20 de Boruto: Two Blue Vortex han generado gran entusiasmo entre los fans, ya que muestran cómo los Shinobi se enfrentan a Ryu y Matsuri. Estas revelaciones mantienen el alto riesgo y el drama que ya se espera de la serie. Cabe destacar el regreso de Sarada Uchiha a su Mangekyo Sharingan, lo que añade otra capa de intriga a la narrativa.
En el capítulo anterior, la tensión aumentó cuando Matsuri amenazó a Konohamaru por negarse a permitirle llamarlo «Konohamaru-chan».Mientras tanto, Araya se encontró luchando contra Ryu, pero su arma pronto fue confiscada por Shinju, dejándolo en una posición precaria.
Descargo de responsabilidad: este artículo contiene spoilers del manga Boruto: Two Blue Vortex.
Revelaciones del capítulo 20: El regreso del Mangekyo Sharingan de Sarada

La historia retoma el suspenso del capítulo anterior, con Matsuri al borde de la violencia al intentar silenciar a Konohamaru. Sin embargo, un momento de reflexión lleva a Konohamaru a recordar su misión de dominar el Shinju. Con esto en mente, intenta apelar a las emociones de Matsuri, sugiriendo que sus conversaciones podrían llevarla a apreciarlo en lugar de hacerle daño.
Aunque Matsuri reconoce que sus interacciones podrían ser significativas, lidia con sentimientos inquietantes. Admite experimentar una mezcla de apego y miedo, revelando su conflicto interno y su deseo de mantener a Konohamaru cerca, incluso si eso la lleva a la locura.

La narrativa regresa entonces a Ryu y los shinobi, donde la batalla se intensifica. A pesar de los intentos de Araya y Mitsuki por superar a Ryu, se ven superados y son hechos prisioneros. En un momento de desesperación, Yodo sugiere revelar cualquier información que tengan sobre Boruto para salvarles la vida, pero Sarada se mantiene firme en su negativa, desconfiada de las verdaderas intenciones de Ryu.
Al darse cuenta de que Sarada es inquebrantable en su compromiso de proteger a Boruto, Yodo idea un plan diferente. Le dice a Ryu que no poseen información relevante sobre Boruto, pero se ofrece a ayudarlo a recopilarla, aprovechando sus habilidades sensoriales únicas.

La escena regresa a Konohamaru y Matsuri, mostrando un punto de inflexión en su dinámica. Matsuri se siente abrumada por la emoción cuando Konohamaru la llama por su nombre, lo que le lleva a proponerle un vínculo extendiéndole la mano. Aprovechando este momento, Konohamaru realiza un movimiento audaz con dos Rasengan Gigantes, lo que resulta en un contraataque doloroso para Matsuri.
A medida que se desarrolla el conflicto, Jura observa las consecuencias de esta batalla emocional, ya que el afecto de Konohamaru finalmente obstaculiza su capacidad para asegurar la victoria contra Matsuri.

Al regresar con Ryu y sus cautivos, la situación se agrava dramáticamente cuando empala a Yodo, lo que enfatiza su reticencia a aceptar órdenes y vuelve a centrarse en los shinobi restantes. Sarada corre a ayudar a Yodo, recibiendo un consejo inesperado: Yodo reconoce que Sarada posee un potencial sin explotar y la insta a no desperdiciarlo, reforzando la idea de que un gran poder puede ser un arma de doble filo, especialmente para proteger a seres queridos.
Justo cuando Ryu se prepara para atacar a Sarada, la narrativa alcanza un punto álgido con su despertar del Mangekyo Sharingan, culminando en una sorprendente exhibición de poder cuando aprovecha esta habilidad para manipular la Arena de Hierro, liberando con éxito a Mitsuki y Araya del peligro.
- Desarrollos importantes de los personajes de Sarada y Konohamaru.
- Dinámica de batalla intensa entre Ryu y los Shinobi.
- Énfasis en los riesgos emocionales que rodean las relaciones interpersonales.
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