La conclusión de Desaparición en Clifton Hill ofrece un giro sorprendente que reconfigura significativamente la percepción del espectador tras un segundo visionado. Dirigido por Albert Shin, este thriller psicológico canadiense de 2020 se centra en Abby, interpretada por Tuppence Middleton, que gana notoriedad por su papel en Downton Abbey . Después de heredar un motel/casino cerca de las cataratas del Niágara tras la muerte de su madre, Abby se enfrenta a los recuerdos traumáticos vinculados a su ciudad natal, en particular el secuestro de un niño del que fue testigo en su juventud. Este evento traumático la impulsa a descubrir la verdad sobre ese fatídico día de hace años.
Aunque Disappearance at Clifton Hill sigue algunos arcos argumentales convencionales y presenta personajes arquetípicos, el acto final revitaliza una narrativa noir en gran medida tradicional. La película ha recibido una calificación del 76% en Rotten Tomatoes , principalmente elogiando sus actuaciones y su final intrigante. A pesar de su elenco limitado, la película ofrece una experiencia de misterio atrapante. El papel crítico del final en mejorar el disfrute de la película es digno de mención, aunque sus múltiples giros en la trama pueden desconcertar a ciertos espectadores.
Desvelando el misterio: el final de la desaparición en Clifton Hill
Una conclusión extraña
A medida que Abby profundiza en su investigación al regresar a las Cataratas del Niágara, comienza a explorar el caso de un niño desaparecido conocido como el «niño tuerto», a quien vio en el bosque durante su infancia. Sus indagaciones la llevan a Walter, un teórico de la conspiración interpretado por el icónico David Cronenberg. Esto lleva a Abby a sospechar que Alex, un niño que recientemente se suicidó, es en realidad el mismo niño. Impulsada por sus intuiciones, cree que una poderosa familia local, los Lakes, jugó un papel en el asesinato del niño.
Durante su investigación, Abby se encuentra con Beverly (Elizabeth Saunders) y Gerry (Maxwell McCabe-Lokos) Mole, quienes ofrecen algunas de las pruebas fundamentales que vinculan a la familia con el trágico destino de Alex. Después de rastrear a la pareja de ancianos hasta su residencia, Abby descubre información fundamental que establece su participación directa en la muerte del niño. Queda claro que Alex fue sometido a abusos, visto simplemente como una mercancía por sus padres magos, lo que llevó a su asesinato orquestado por Charles Lake III (Eric Johnson).
Después de que Abby revela sus hallazgos a las fuerzas del orden, las personas implicadas son detenidas. A pesar de su arresto, Charles III mantiene su inocencia, una postura típica de quienes se ven atrapados en este tipo de situaciones. No obstante, el clímax de la película ofrece un giro inesperado cuando un hombre adulto con un parche en el ojo visita el motel de Abby y le pregunta si se conocen de antes. Su afirmación de que Charles III es inocente y de hecho salvó la vida del niño sirve para complicar aún más la narrativa, dejando a los espectadores cuestionando la verdad mientras Abby mira su propio reflejo, con una sonrisa maliciosa.
La verdad sobre Alex Moulin
Un caso de asesinato, no de suicidio
En el centro de la búsqueda de Abby en Desaparición en Clifton Hill se encuentra su investigación sobre el destino de Alex, que cree que está relacionado con el niño tuerto de su pasado. Las investigaciones iniciales sugirieron que Alex saltó de un acantilado, coincidiendo con la propia experiencia de la infancia de Abby. Sin embargo, la intuición de Abby la impulsa a investigar más a fondo y finalmente se enfrenta a Gerry, quien admite una verdad aún más oscura: fueron él y su esposa quienes arrojaron a Alex desde el acantilado, lo que confirma que su muerte fue un asesinato y no un suicidio.
Los Topos: Frente de los Moulins
El lado oscuro de la familia Moulin
Bev y Gerry Mole aparecen como personajes importantes en la investigación de Abby, ya que habían trabajado anteriormente para la familia Moulin, los padres de Alex. Los Moulin, conocidos por su acto de magia, involucraron a los Moles como entrenadores de animales. Sin embargo, Abby descubre un lado más siniestro cuando se entera de las experiencias traumáticas de Alex, incluida una madre abusiva que lo obligó a interactuar con sus tigres, lo que resultó en una grave lesión en el ojo.
Mientras Abby se enfrenta a los Moulins con la intención de ofrecerles consuelo durante la búsqueda de su hijo, descubre que están directamente involucrados en el sufrimiento de Alex. Los Moulins, después de contratar a los Topos para recuperar a Alex, revelaron un complot que implicaba obligar a la familia a pagar un rescate sabiendo que su hijo finalmente sería asesinado. Es un retrato sombrío de disfunción y explotación familiar, donde las órdenes de Charlie III sellaron el destino de Alex después de una traición calculada.
Desentrañando el personaje de Abby
Las complejidades de un narrador poco confiable
A lo largo de la película, la credibilidad de Abby se pone en tela de juicio cuando se revela que tiene antecedentes de mentir compulsivamente, algo que su hermana Laure (Hannah Gross) sospecha inicialmente. Los flashbacks destapan las tendencias engañosas de Abby, revelando su propensión a mentir a sus allegados, incluidos un trabajador social, su madre y su hermano. Esto desentraña la idea de que Abby puede no haber sido una narradora confiable a lo largo de la película.
El motel/casino que Abby pretende gestionar se ha deteriorado debido a sus fechorías anteriores y a los gastos que su madre tuvo que cubrir debido a las acciones de Abby. Una vez que se eliminan las capas de engaño, toda la narrativa se recontextualiza, lo que pone en duda la validez de las percepciones y experiencias de Abby.
Revelaciones de la supervivencia de Alex Moulin
Confirmación de la supervivencia de Alex
La revelación culminante al final de Desaparición en Clifton Hill es tan fascinante como desconcertante. Abby supera importantes pruebas para revelar las verdades ocultas sobre Alex y logra exponer los crímenes de los Moles y Charles III. Sin embargo, su tranquilidad se ve alterada cuando un hombre enigmático, con un parche en el ojo, aparece en su motel. Su pregunta casual sobre conocidos anteriores y la afirmación no solicitada sobre la inocencia de Charles III sugieren un giro inquietante: ¿podría este hombre ser en realidad Alex? La evidencia sugiere firmemente que no solo sobrevivió, sino que tiene conocimientos críticos sobre su pasado que difieren de la narrativa de Abby.
Repensando las acciones de Charles Lake III
Desmontando los supuestos de abuso
Entender que Alex sobrevivió plantea preguntas críticas sobre sus recuerdos asociados que desafían las suposiciones anteriores de Abby. Su declaración sobre la inocencia de Carlos III sugiere que puede ser necesaria una reevaluación de la narrativa. Está claro que Abby, dada su historia de engaños, podría haber malinterpretado momentos cruciales que llevaron a la terrible experiencia de Alex. Los topos representan amenazas reales retratadas en la película con pistas sobre su comportamiento abusivo, y mientras Abby conecta los puntos que conducen a una historia sencilla, dos detalles cruciales sesgan su narrativa: la supervivencia de Alex y su experiencia bajo el ala de Carlos III, quien, de hecho, puede haberlo rescatado de una vida de caos.
El significado de la sonrisa de Abby
Una reacción complicada
Después de su encuentro con el hombre que probablemente sea Alex, Abby sale al baño, aparentemente perturbada por lo que acaba de descubrir. En el espejo del baño, se enfrenta a su reflejo, reflexionando sobre las ramificaciones de haber condenado potencialmente a una persona inocente. Sin embargo, justo antes de que concluya la película, una sonrisa se dibuja en sus labios. Esto sugiere una aceptación inquietante, tal vez una intriga en el caos que ha orquestado inadvertidamente y una falta de preocupación de que un hombre inocente pueda ser acusado injustamente. Al igual que su red de mentiras, Abby se encuentra envuelta en otra narrativa llena de giros, que refleja su complejo estado psicológico.
Descifrando el significado detrás del final
Crítica de la sensacionalización del crimen
La conclusión de Desaparición en Clifton Hill sirve como una crítica no solo a su protagonista, sino también a un público que se involucra con narrativas sensacionalistas sobre crímenes sin comprenderlas por completo. La asociación de Abby con un teórico de la conspiración refleja su desinterés por descubrir verdades genuinas; más bien, está impulsada por el deseo de una historia apasionante que incluya un giro inesperado. La aparición de Alex, que desafía la comprensión de Abby de los hechos, desencadena en ella una curiosa emoción en lugar de desilusión.
Al centrarse en las motivaciones de Abby, la película anima a los espectadores a reflexionar sobre su compromiso con las historias de crímenes. En lugar de buscar la verdad, muchos pueden encontrar placer en los giros y vueltas de una narrativa perturbadora, lo que ilustra cómo el voyeurismo puede provocar tanto daño como intriga.
Recepción del público del final
Los críticos están divididos sobre el final
Disappearance at Clifton Hill es una película que genera opiniones encontradas, tanto entre los críticos como entre el público. Esta división se hace evidente en sus puntuaciones en Rotten Tomatoes, donde los críticos le dan un 78%, pero la puntuación del público cae en picado hasta el 31%. Esta discrepancia pone de relieve cómo algunas películas pueden recibir elogios de la crítica mientras que los espectadores pueden sentirse decepcionados. Cabe destacar que el final aparece con frecuencia en las críticas, lo que sugiere que muchos críticos pueden apreciar los elementos estilísticos de la película, incluso si no les gustó su conclusión.
Numerosos críticos han señalado que el final no logra unir de manera coherente la narrativa anterior. Si bien reconocen las cualidades surrealistas y ambiguas de la película, muchas reseñas expresan que un cierre más decisivo podría aumentar la satisfacción del público. Los críticos no exigieron necesariamente una claridad total, sino que señalaron la necesidad de un mejor equilibrio entre la exposición y la profundidad narrativa en los momentos finales de la película.
Por ejemplo, Peter Bradshaw de The Guardian comentó:
“Es una película bastante extraña, un thriller que parece estar compuesto en parte de delirios y alucinaciones, que va construyendo un final desastroso que cierra el asunto, aunque de una forma ligeramente exasperante”.
Las críticas continúan con Nick Allen, interpretado por Roger Ebert, reflexionando:
“La narrativa adquiere giros gracias a este carácter inestable, pero los personajes están bien desarrollados y la naturaleza escurridiza de la película (hasta su escena final) parece más un truco”.
Fuera de las críticas, la conclusión de la película rara vez se elogia como un punto destacado. La mayoría de los elogios se centran en los aspectos visuales y las actuaciones más que en la narrativa o el final. En una reseña de The Shelf , Victor Stiff comentó:
La desaparición en Clifton Hill me mantuvo enganchada aunque nunca me importó lo que estaba pasando. Sé que esa afirmación es un elogio extraño. Hay indicios de un gran neo-noir que lucha por salir adelante en la última película de Shin, pero estos atisbos solo nos tientan. La cautivadora película de género que la trama insinúa nunca llega a tomar forma del todo. Lo que sí tenemos, sin embargo, es un thriller mediocre con un ambiente asesino.
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