Un evento reciente en el Madison Square Garden en el que participó Donald Trump desató una gran controversia luego de que uno de los oradores hiciera comentarios despectivos sobre Puerto Rico. A pesar del tono ofensivo del evento, Trump consideró que el evento fue un triunfo.
El comediante Tony Hinchcliffe provocó indignación con sus crudas declaraciones sobre los inmigrantes, al calificar a Puerto Rico de “isla flotante de basura”. Hinchcliffe defendió su declaración afirmando que se trataba simplemente de humor. Otras figuras republicanas, entre ellas Peter Navarro, criticaron la insensibilidad de Hinchcliffe . Numerosos miembros del Partido Republicano también han expresado su desaprobación de los comentarios racistas realizados durante la manifestación.
Aunque algunos republicanos expresaron su disgusto, Trump desestimó las críticas y siguió elogiando su evento. Declaró que “nunca ha habido un evento tan hermoso” como el del Madison Square Garden, describiéndolo como “una absoluta celebración del amor” y expresando su orgullo por participar. La yuxtaposición de racismo y “celebración del amor” en el mismo contexto es desconcertante, por no decir directamente contradictoria. A pesar de los entusiastas comentarios de Trump, los latinos no percibieron el evento como una “celebración del amor”.
Para empeorar las cosas, JD Vance restó importancia a los comentarios de Hinchcliffe. Aunque afirmó que no había entendido el chiste, sugirió que la gente tenía que “dejar de ofenderse tanto”. Vance enmarcó la reacción como un problema de cultura de la cancelación, aunque su postura puede cambiar dependiendo de los resultados de esta elección.
Alienando a los votantes latinos
Hubiera sido prudente que Donald Trump se distanciara de los comentarios de Hinchcliffe, no solo sobre Puerto Rico, sino sobre toda su rutina. Los chistes iniciales se burlaban de varios grupos, incluidas las comunidades negra, judía y árabe, grupos demográficos clave con los que Trump intenta llegar.
Además, el comportamiento pasado de Trump hacia los puertorriqueños durante el huracán María ha vuelto a salir a la luz en las conversaciones. Es notorio que arrojó toallas de papel a una multitud de puertorriqueños que luchaban por sobrevivir y necesitaban ayuda. No sorprende que los puertorriqueños estén comprensiblemente indignados por los comentarios que hizo durante el mitin en el Madison Square Garden. Si bien Trump cree que ha logrado avances con los hombres latinos, los comentarios de Hinchcliffe han socavado efectivamente ese progreso.
Crédito de las imágenes: Themarysue.com
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