Advertencia: Spoilers del episodio n.° 10 de Dragon Ball Daima
Dragon Ball Daima marca un vibrante regreso a la esencia central de la franquicia, cautivando a los fanáticos con sus extensas temáticas de aventuras que recuerdan al clásico Dragon Ball. La última contribución significativa de Akira Toriyama, Demon Realm, ofrece un asombroso viaje visual lleno de paisajes impresionantes y tecnología alienígena avanzada que verdaderamente encarna por qué Toriyama es considerado un talento único en su generación.
Mientras Goku y sus compañeros se adentran en este nuevo e inexplorado territorio, el poder de la creación de mundos sigue siendo evidente, mejorando la narrativa y la experiencia general de la serie. Sin embargo, a pesar del prometedor comienzo y de un entorno innovador, la última entrega, el episodio n.° 10 titulado “Océano”, revela signos de una posible caída de la serie, particularmente en términos de su dinámica de suspenso.
Falta de amenazas significativas en Dragon Ball Daima
Los desafíos poco exigentes de Goku
Al alcanzar el hito de diez episodios, Dragon Ball Daima ha proporcionado una mezcla de elementos atractivos para su diversa base de fanáticos. La atractiva batalla de Goku con Tamigami #3 se destaca visualmente, presentando una de las peleas más impresionantes de la franquicia hasta la fecha. Sin embargo, la victoria de Goku se produjo con un mínimo esfuerzo, lo que indica una tendencia preocupante : la ausencia de grandes riesgos.
Aunque Goku triunfa constantemente sobre sus adversarios, la emoción del combate disminuye cuando sus oponentes no pueden representar una amenaza significativa. Hasta ahora, los principales peligros que ha encontrado provienen de criaturas salvajes o del medio ambiente, en lugar de enemigos formidables. Incluso contra Tamigami #3, Goku logró asegurar una victoria fácil sin aprovechar todo su potencial, como utilizar la forma Super Saiyan 2.
Hasta la fecha, la identidad del antagonista definitivo de la serie sigue siendo un misterio. Majin Kuu inicialmente parecía ser una amenaza prometedora; sin embargo, su mediocre desempeño en combate en el episodio n.° 10 plantea dudas sobre sus capacidades. Además, se insinúa que Gomah, quien creó la situación de convertir a los personajes principales en niños, posee una magia formidable, pero su constante sorpresa ante la destreza de Goku no inspira confianza en su poder.
Si bien Dragon Ball Daima se destaca por su arte visual, su creación de mundos y su emocionante premisa, corre el riesgo de perder el entusiasmo si no se ponen a prueba a sus héroes. Ahora que Vegeta y Piccolo colaboran con Goku, el trío puede convertirse en una fuerza indomable frente a desafíos que aún no se han presentado.
El legado de las grandes apuestas en Dragon Ball
La actual ausencia de tensión
Históricamente, aunque la muerte en Dragon Ball rara vez es permanente, la narrativa ha mostrado constantemente el peso y la gravedad de sus batallas. Cada enfrentamiento conlleva consecuencias significativas. La incapacidad de Goku para derrotar al Rey Demonio Piccolo habría significado la perdición para la Tierra, y no poder vencer a Raditz puso en juego el destino de su único hijo. De manera similar, el universo se enfrentó a terribles repercusiones si no se hubiera detenido a Freezer. Cada encuentro hasta ahora ha implicado inherentemente mucho en juego.
Actualmente, el dilema central gira en torno a la posible incapacidad de los héroes para volver a la edad adulta, lo que, si bien es ciertamente inconveniente, no evoca la misma urgencia que las amenazas pasadas. Afortunadamente, con solo diez episodios emitidos y un número no revelado restante, todavía hay muchas oportunidades para que la serie presente un villano atractivo. Sin embargo, si la tensión no aumenta, Dragon Ball Daima corre el riesgo de convertirse en lo que ningún fanático quiere ver: mundano y poco inspirador.
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