
El 15 de marzo, un equipo de investigación dirigido por Corrado Malanga, de la Universidad de Pisa, y Filippo Biondi, de la Universidad de Strathclyde, hizo un anuncio significativo. Su descubrimiento pionero reveló una extensa red subterránea que se extiende casi dos kilómetros bajo las icónicas pirámides de Giza. El equipo empleó un radar de apertura sintética (SAR) junto con un software patentado desarrollado por Biondi para lograr esta notable hazaña, según informó The Reese Report.
Ambos investigadores han contribuido ampliamente a la tecnología de radar y teledetección. Su estudio conjunto, titulado «La tomografía Doppler con radar de apertura sintética revela detalles de la estructura interna de alta resolución aún no descubierta de la Gran Pirámide de Giza», está disponible en arXiv desde su publicación en 2022.
Comprensión de la tecnología SAR y su aplicación en la investigación arqueológica

El Radar de Apertura Sintética (SAR) es una sofisticada tecnología de radar utilizada en teledetección para generar imágenes bidimensionales detalladas o reconstrucciones tridimensionales, según NASA Earthdata. En este caso, los investigadores buscaron explorar las características ocultas bajo la Pirámide de Kefrén, la segunda más grande de la meseta de Giza.
Como se detalla en The Reese Report, el innovador software de Biondi tradujo las señales SAR en datos fonónicos, lo que permitió la compilación de múltiples imágenes SAR tomadas desde varios ángulos para construir un modelo 3D completo de los sistemas subterráneos ubicados debajo de la Pirámide de Khafre.
Sorprendentemente, la investigación reveló ocho estructuras cilíndricas que se asemejan a pozos verticales huecos, de 648 metros de longitud, situadas sobre dos estructuras cúbicas de casi 80 metros de lado cada una. En total, esta red subterránea se extiende a lo largo de unos dos kilómetros.
Además, utilizando la misma tecnología SAR, los investigadores identificaron características subterráneas análogas bajo dos pirámides adicionales adyacentes a la Pirámide de Kefrén. Este descubrimiento crucial desmiente la creencia previa de que las pirámides de Giza se construyeron únicamente como lugares de enterramiento para la realeza antigua.
Descubrimientos recientes en las proximidades de la Gran Pirámide de Keops
En una exploración relacionada, una iniciativa de investigación japonesa-egipcia investigó el cementerio real adyacente a la Gran Pirámide de Keops entre 2021 y 2023. En esta colaboración participaron investigadores de la Universidad Internacional Higashi Nippon, la Universidad de Tohoku y el Instituto Nacional de Investigación de Astronomía y Geofísica de Egipto. Los hallazgos se publicaron en mayo de 2024 en la revista Archaeological Prospection.
Este equipo utilizó tecnologías como el georradar (GPR) y la tomografía de resistividad eléctrica (ERT) para descubrir una anomalía en forma de L ubicada aproximadamente a 2 metros bajo tierra. Esta anomalía parecía tener una longitud de unos 10 metros.
Motoyuki Sato, autor principal de la Universidad de Tohoku, expresó su sorpresa al descubrir la anomalía en el cementerio real, sugiriendo que podría ser parte de una estructura artificial. Sato señaló:
Podría ser parte de objetos artificiales, ya que la forma de L no se puede crear en estructuras geológicas naturales. Esperábamos encontrar algo, pero no lo esperábamos allí.
Ambos estudios —el dirigido por Malanga y Biondi, y el análisis del equipo japonés-egipcio sobre la anomalía en forma de L— ya están disponibles para consulta académica. Los lectores interesados pueden encontrar la investigación de Malanga y Biondi en arXiv, mientras que los hallazgos sobre la anomalía subterránea pueden consultarse en la revista Archaeological Prospection.
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