Mientras House of the Dragon se prepara para su tercera temporada, la trayectoria del personaje de Rhaenyra Targaryen exige una evolución que la desafía a ella y a la audiencia, transformando la narrativa que se desarrolla en Desembarco del Rey en una saga cautivadora. El final de la temporada 2 sentó un precedente poderoso, posicionando a Rhaenyra para finalmente apoderarse de Desembarco del Rey. La disposición de Alicent Hightower a sacrificar a su hijo, el rey Aegon II Targaryen, subraya las complejidades sociales y políticas que definirán la nueva temporada mientras Rhaenyra se prepara para asegurar su derecho.
Con el estreno previsto de la temporada 3 en 2026, los espectadores pueden esperar una historia que se desarrolla rápidamente. Después de las bases establecidas en la temporada 2, no hay justificación para demorarse en la Danza de los Dragones. Los episodios iniciales están preparados para representar la caída de Desembarco del Rey, junto con el ascenso de Rhaenyra al Trono de Hierro. Este cambio fundamental requiere una transformación en el personaje de Rhaenyra, un sentimiento que comparte Emma D’Arcy, la actriz que interpreta a Rhaenyra.
Rhaenyra debe evolucionar más allá de la simpatía en la temporada 3
La visión de Emma D’Arcy sobre la transformación de Rhaenyra
En la próxima temporada, Rhaenyra navegará por las aguas inexploradas del poder. Hasta ahora, se desempeñó como una simple heredera y reclamante, pero sus próximas acciones indican un papel más sólido en el ejercicio del poder. A medida que Alicent cede efectivamente el control, el viaje de Rhaenyra desde una figura comprensiva que lucha por sus derechos a una gobernante poderosa inevitablemente alterará su personalidad. Emma D’Arcy notó un cambio significativo en la dinámica del personaje de Rhaenyra, expresando su deseo de poner a prueba la lealtad de la audiencia:
“Nos estamos acercando al terreno del fanatismo, y ahí es donde la fe empieza a generar fe. Creo que se convierte en un personaje aterrador. Quiero poner a prueba la lealtad del público hacia ella. Me pregunto hasta qué punto puede ser poco comprensiva”.
Los comentarios de D’Arcy encajan bien con el arco narrativo actual de Rhaenyra, que va más allá de su búsqueda del trono para abrazar su creciente creencia en su destino. En la segunda temporada, los indicios de un complejo de Dios en desarrollo sugirieron que Rhaenyra se ve a sí misma destinada a gobernar y potencialmente «salvar» Westeros. Esta evolución seguramente complicará su personaje, y podría alienar a los espectadores que hasta ahora se han inclinado a apoyarla.
El alcance de las pruebas de lealtad en La Casa del Dragón
Se requiere una narración audaz para el desarrollo del personaje
Para que House of the Dragon realmente cautive a la audiencia en la temporada 3, el arco del personaje de Rhaenyra debe aventurarse en un territorio más audaz. La serie ha elaborado cuidadosamente a Rhaenyra como una heroína simpática, alejándose de las representaciones más sombrías en los relatos históricos de la tradición de Westeros. Sin embargo, a medida que avanza la temporada y comienza su reinado, la narrativa no debe evitar mostrar sus decisiones moralmente ambiguas.
Ahora que se ha confirmado que la serie concluirá después de la temporada 4, el equipo de guionistas debe navegar por la delgada línea entre presentar a Rhaenyra como alguien con quien es fácil identificarse y permitirle cometer actos menos que heroicos. Si bien la historia del personaje revela un gobierno tiránico que genera resentimiento entre la población, la serie tiene la oportunidad de enmarcar estos eventos de maneras que inviten a la incertidumbre de la audiencia sin fomentar un desdén absoluto.
Las sutilezas del fanatismo en las acciones de Rhaenyra, como lo indica la actuación de Emma D’Arcy en la temporada 2, insinúan una evolución cautivadora del personaje. Un arco narrativo en el que Rhaenyra, tras apoderarse del Trono de Hierro, se enfrenta a la influencia corruptora del poder podría proporcionar un rico tapiz de conflictos e intrigas, lo que haría que House of the Dragon fuera realmente cautivadora.
Fuente: Josh Horowitz /Happy Sad Confused
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