
El creciente nacionalismo canadiense influye en la industria cinematográfica en medio de tensiones comerciales
El sector del entretenimiento canadiense está experimentando un notable aumento en el apoyo al contenido local, una tendencia que se ha visto exacerbada por el creciente nacionalismo tras las disputas comerciales desatadas por el expresidente Donald Trump. Ante el aumento de las tensiones, existe un claro impulso para celebrar e invertir en historias locales.
Como directora del festival y programadora principal del Festival de Cine Canadiense (CFF), Ashleigh Rains, señala: «Es fundamental abrazar nuestras narrativas canadienses. Ahora es el momento de apoyar a nuestra industria cinematográfica nacional».Este sentimiento refleja una respuesta nacionalista más amplia a los actuales problemas comerciales con EE. UU.
Preocupaciones de los expositores independientes
Sonya Yokota Máté William, directora de la Red de Exhibidores Independientes Canadienses, ha observado un creciente sentimiento de boicot a las películas de Hollywood entre el público canadiense.»La situación está cambiando rápidamente; es imperativo que evalúemos la opinión pública», comentó William.»Si bien los operadores de cine están ciertamente preocupados por las implicaciones del aumento de los costos, la atención se centra en cómo esto afecta a las comunidades locales».
La guerra comercial y sus ramificaciones
La guerra comercial, que culminó con varios aranceles, incluyendo un impuesto del 25% sobre el acero y el aluminio canadienses, ha alimentado un sentimiento de unidad entre los canadienses. En medio de estas tensiones, el recién elegido líder liberal Mark Carney planea colaborar estrechamente con el primer ministro saliente Justin Trudeau para abordar las consecuencias de estas políticas comerciales. Se espera que Carney convoque elecciones poco después de asumir el cargo para asegurar su mandato.
El 16 de marzo, Canadá tomó represalias imponiendo aranceles equivalentes a numerosos productos estadounidenses, desde herramientas hasta productos electrónicos de consumo. Esta medida ilustra aún más la creciente fricción económica entre ambos países vecinos.
Panorama político cambiante
Antes de la victoria electoral de Trump y el consiguiente deterioro de las relaciones comerciales, el Partido Liberal parecía encaminarse a una derrota electoral contra la oposición conservadora, liderada por Pierre Poilievre. Sin embargo, la narrativa emergente sobre la guerra pesquera parece haber transformado la opinión pública. Datos recientes de encuestas de Nanos indican un empate técnico entre los conservadores (36%) y los liberales (35%), con el Nuevo Partido Democrático (NDP) a la zaga con un 15%.
Triunfos deportivos e identidad cultural
A finales de febrero, la victoria de Canadá contra Estados Unidos en el torneo Cuatro Naciones de la Liga Nacional de Hockey (NHL) marcó una primera manifestación de este nacionalismo floreciente. La afición canadiense expresó su desacuerdo abucheando el himno nacional estadounidense durante el partido anterior en Montreal, mientras que la cantante Chantal Kreviazuk alteró intencionalmente la letra de «O Canada» durante la final en Boston, diciendo «que solo nosotros mandamos», como una reacción mordaz a los comentarios de Trump sobre la estadidad.
Este sentimiento resonó incluso en círculos políticos, cuando el primer ministro Trudeau bromeó: «No pueden con nuestro país, ni con nuestro deporte», enfatizando la determinación de la nación. El primer ministro entrante, Carney, también aludió a la metáfora del hockey en su discurso de aceptación, proclamando la disposición de Canadá para competir ferozmente tanto en el deporte como en el comercio.
El impacto en la economía local
A medida que los cines y los servicios de catering locales se adaptan al panorama cambiante, el sector de la restauración está avanzando para abastecerse de ingredientes nacionales en medio de la crisis. Evelyne Gharibian, de Hearty Catering, destaca el compromiso de priorizar el abastecimiento local siempre que sea posible, adaptándose a las realidades impuestas por las tensiones comerciales. Otros, como Ariadne Reid, de Blazing Kitchen, comparten esta opinión y enfatizan la necesidad de comprar a proveedores locales para fortalecer la economía canadiense.
Cambios en la elección de bebidas
El impacto de los aranceles incluso ha permeado el mercado de bebidas alcohólicas, donde las tiendas propiedad del gobierno de Ontario están eliminando marcas estadounidenses como los vinos de California de sus estantes como resultado directo de los nuevos aranceles.
Adopción de opciones de streaming canadienses
El creciente nacionalismo también se refleja en el panorama del streaming, con crecientes debates en línea sobre alternativas a plataformas populares como Netflix. CBC Gem, el servicio de streaming ofrecido por la cadena pública canadiense, se ha convertido en una opción potencial, aunque aún se están evaluando los primeros indicadores de un cambio en la audiencia.
Una nación unida
En respuesta a estos avances, Super Channel de Canadá renovó su imagen de marca para incorporar una hoja de arce y el lema «Canadiense, siempre».»Esta transformación no es una mera actualización estética; simboliza nuestra identidad canadiense y nuestro profundo cariño por nuestra nación», declaró Don McDonald, presidente y director ejecutivo de Super Channel.
En resumen, a medida que los canadienses se movilizan para apoyar las industrias y el contenido locales frente a las presiones externas, el impacto de las políticas económicas en la cultura y la identidad es palpable. Este panorama en constante evolución presenta tanto desafíos como oportunidades para las industrias y los creadores locales.
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