La incomprensión de Hollywood sobre la literatura gótica: por qué el reparto de Cumbres borrascosas genera controversia sobre actores que repiten papeles

La incomprensión de Hollywood sobre la literatura gótica: por qué el reparto de Cumbres borrascosas genera controversia sobre actores que repiten papeles

A pesar de que han pasado varias semanas desde que se anunció el reparto de Margot Robbie y Jacob Elordi para la nueva adaptación de Cumbres Borrascosas de Emerald Fennell , no puedo evitar sentirme decepcionada. No lo expreso con cariño.

Como amante apasionado de los dramas de época, no recuerdo haber presenciado una elección de reparto tan inquietante para una obra literaria tan venerada como Cumbres borrascosas de Emily Brontë, una novela clásica del siglo XIX tan famosa que cualquier interpretación nueva podría aprovechar su fama ya establecida. Sería preferible elegir actores menos conocidos que se alinearan más con las descripciones de los personajes. En verdad, hay muchos actores conocidos que podrían interpretar a Catherine y Heathcliff de manera más efectiva que Robbie y Elordi; esta observación va acompañada de mi admiración por el talento de ambos.

Internet ya ha analizado en profundidad una multitud de cuestiones relacionadas con este anuncio de casting. Entre las preocupaciones se incluyen la obvia «cara de iPhone», las diferencias de edad y un detalle notablemente significativo sobre el personaje de Heathcliff, que se describe claramente como una persona de color en la novela.

El momento de este anuncio, poco después de que Netflix revelara planes para una nueva versión de El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde (con un giro que tendrá a Dorian y Basil como hermanos), plantea la pregunta: ¿Cuál es la obsesión de Hollywood con los cuentos góticos?

La ficción gótica, en sus diversas formas, puede describirse como un género impregnado de miedo y lo sobrenatural, que comenzó de manera destacada en 1764 con El castillo de Otranto de Horace Walpole y continuó su evolución a lo largo de los siglos XIX y XX. Tanto Oscar Wilde como Emily Brontë se destacan como figuras significativas de este género. Aunque El retrato de Dorian Gray y Cumbres borrascosas tienen narrativas distintas, comparten una atmósfera subyacente de terror y una serie de temas inquietantes, ya sea que esos temas reflejen los dilemas morales de sus respectivas épocas o generen un malestar general.

Dado que estos temas inquietantes son parte integral de la narrativa gótica, deberían ser componentes clave en las adaptaciones contemporáneas. Sin embargo, decisiones como el casting para Cumbres borrascosas o la reinvención de las relaciones en la próxima película de Netflix parecen indicar que una facción dentro de Hollywood desea sacar provecho del atractivo de las narrativas conocidas y al mismo tiempo despojarlas de sus elementos controvertidos para evitar encender debates en línea.

Hay una solución sencilla: ¿por qué no centrarse en crear contenido original o considerar la posibilidad de adaptar obras menos conocidas, en lugar de reciclar los mismos títulos? Si estas historias que se adaptan con frecuencia son la única opción, las adaptaciones deberían mantenerse fieles al ambiente y los temas originales, de forma similar a lo que Robert Eggers y Guillermo del Toro parecen estar logrando con sus próximas películas Nosferatu y Frankenstein.

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