Cómo evolucionó para mejor La Bella y la Bestia de Disney: los principales cambios detrás de la película clásica

Cómo evolucionó para mejor La Bella y la Bestia de Disney: los principales cambios detrás de la película clásica

La Bella y la Bestia de Disney sigue siendo una de las películas animadas más queridas del estudio, pero su camino a la pantalla grande estuvo plagado de obstáculos. Imaginar un mundo sin esta icónica historia parece inimaginable, especialmente si se consideran los números musicales atemporales como “Be Our Guest”, “Gaston” y la película que da título al filme, “La Bella y la Bestia”. Sin embargo, si Walt Disney hubiera tenido éxito en sus primeras ambiciones durante las décadas de 1930 y 1950, es posible que la querida historia nunca hubiera llegado a los cines en la década de 1990.

Estrenada en 1991, La Bella y la Bestia marcó el resurgimiento de Disney durante una era de clásicos animados, tras el éxito de La Sirenita en 1989. Dirigida por Gary Trousdale y Kirk Wise, la película recaudó la impresionante suma de 451 millones de dólares a nivel mundial, allanando el camino para que Disney siguiera explorando ambiciosos largometrajes animados a lo largo de la década de 1990. Es fundamental señalar que, si bien la adaptación de Disney fue única, no fue un cuento original; se inspiró en el cuento de hadas de 1756 escrito por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, al que Walt Disney había querido darle vida durante mucho tiempo.

Los primeros intentos de adaptación de Walt Disney

Los intentos de los años 1930 y 1950

Recortes de Bella y Bestia sobre un fondo de espejo azul agrietado.
Imagen personalizada de Yailin Chacon

Según los detalles especiales del DVD Blu-ray de La Bella y la Bestia , los esfuerzos iniciales de Walt Disney por adaptar la historia comenzaron en la década de 1930, tras el éxito monumental de Blancanieves y los siete enanitos . Desafortunadamente, el equipo de historia de Disney descubrió que traducir el cuento de hadas de 1756 a una película era más desafiante de lo previsto, lo que llevó a que este y muchos otros conceptos se archivaran.

Los restos del primer intento de Disney se limitan a una solitaria pieza de arte que representa a Bella curando las heridas de la Bestia.

En la década de 1950, Disney intentó adaptar La Bella y la Bestia . Sin embargo, esta aventura coincidió con el lanzamiento de una exitosa versión en acción real de Jean Cocteau, lo que hizo que la perspectiva de una adaptación animada pareciera menos viable en ese momento. En última instancia, esta vacilación resultó fortuita, ya que una versión anterior de La Bella y la Bestia podría haber puesto en peligro la producción del clásico de 1991.

Una visión diferente para Gastón

La evolución de Gastón

Gastón le propone matrimonio a Bella en La Bella y la Bestia (1991) de Disney

Otro elemento fascinante de La Bella y la Bestia tiene que ver con el personaje de Gastón. En sus primeras etapas, la historia carecía de un villano definido, lo que llevó a los escritores a explorar varios personajes. Los guiones gráficos iniciales presentaban tres antagonistas masculinos, pero estos papeles se fusionaron finalmente en uno solo, Gastón, que fue concebido como un aristócrata francés más que como el cazador impetuoso que conocemos hoy. Además, su personaje estaba destinado a ser emparejado con la tía de Bella, Marguerite, que albergaba animosidad hacia Maurice.

Hoy en día resulta difícil imaginar La Bella y la Bestia sin el infame Gastón, lo que pone de relieve el poder de la evolución creativa. La guionista Linda Woolverton acabó transformando a Gastón en una figura encantadora pero brutal, inspirándose en sus propias relaciones pasadas. Esta caracterización final tocó la fibra sensible del público y consolidó el lugar de Gastón como antagonista memorable.

Transformación en un musical

Un cambio tardío hacia el formato musical

Ninguno
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Curiosamente, La Bella y la Bestia no fue concebida originalmente como un musical. La fase inicial de desarrollo de la película presentó una narrativa más oscura y excluyó cualquier elemento musical. En esta etapa, la tía de Bella tenía un papel importante como antagonista, pero el proyecto se consideró demasiado sombrío para el público. En consecuencia, se reevaluó toda la dirección, lo que llevó a un reinicio completo.

Con una visión renovada, la siguiente tanda de guiones gráficos adoptó un tono más ligero y extravagante. Esta transformación allanó el camino para la inclusión de Howard Ashman y Alan Menken, cuyos talentos musicales combinaban perfectamente con la atmósfera recién concebida. Esta asociación creativa produjo la adorada banda sonora que se ha convertido en sinónimo del encanto y el atractivo de la película.

El éxito abrumador del estreno en 1991 es un testimonio de la importancia de estos cambios cruciales a la hora de dar forma a lo que muchos consideran una obra maestra cinematográfica. Reflexionar sobre la evolución de la película invita a reflexionar sobre lo diferente que podría haber sido si esos conceptos iniciales se hubieran hecho realidad.

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