JD Vance rompe piquete para denunciar que Kamala Harris alberga sentimientos anticatólicos

Aquí vamos de nuevo: JD Vance está en el centro de atención por las razones equivocadas. Un sindicato del Pittsburgh Post-Gazette ha estado en huelga durante más de un año , pero él decidió romper la línea de piquetes para publicar un artículo de opinión. ¿El resultado? Es innegablemente frustrante.

Este artículo se centra en la creencia de Vance de que Harris alberga animosidad hacia los católicos. Claramente, está aprovechando la plataforma del Pittsburgh Post-Gazette para llegar a la población católica predominante en el oeste de Pensilvania. Como alguien criado en una familia con profundas raíces católicas y que asiste a numerosas comuniones junto con amigos, ciertamente entiendo la importancia de la comunidad.

En esencia, el artículo de Vance refleja su ira contra Harris por defender la participación de la Iglesia Católica en iniciativas de igualdad. Hace referencia a una legislación de 2019 que obligaba a los hospitales católicos a realizar abortos y procedimientos de afirmación de género. Además, afirma que Harris presionó para que la Iglesia celebrara matrimonios entre personas del mismo sexo. Todas estas iniciativas son progresistas. Habiéndose convertido recientemente al catolicismo, Vance, a pesar de sus antecedentes, debería reconsiderar su postura.

Su razonamiento parece derivar de la idea de que los católicos son, de alguna manera, un grupo marginado. “Es un doble rasero absurdo. Si bien esta administración ha estado ocupada atacando a los padres católicos de los suburbios, esencialmente ha ignorado los casi 300 ataques a las iglesias católicas desde que se filtró la decisión de la Corte Suprema Dobbs v. Jackson en 2022”, argumenta Vance.

Ahora bien, tal vez mi perspectiva esté sesgada, ya que he estado inmerso en el catolicismo desde muy joven, pero me parece extraño afirmar que ser católico califica a alguien como parte de una clase protegida. En realidad, somos bastante numerosos. Sin embargo, la crítica constante de Vance a Harris es, lamentablemente, una narrativa familiar.

Es curioso que omitió convenientemente los aspectos NEGATIVOS de la Iglesia Católica.

Al crecer como una joven de ascendencia italiana y escocesa, el catolicismo fue una presencia constante en mi vida. Mis abuelos asistían regularmente a la iglesia todos los domingos. Afortunadamente, mi madre creía que sus hijos debían decidir por sí mismos, y aunque yo solía ir a la iglesia, me libré de gran parte de la culpa que suele acompañar a otros. Esta educación me ha impulsado a examinar críticamente a quienes depositan una confianza sin cuestionamiento en lo que promueve la Iglesia.

Películas como Spotlight, estrenada en 2015, arrojaron luz sobre cuestiones importantes y preocupantes dentro de la Iglesia católica. La Iglesia siempre está rezagada en términos de inclusión y aceptación, y numerosas acusaciones de abuso sexual contra niños empañan su reputación. ¿Se supone que debemos ignorar esto y comportarnos como católicos modelo?

Lo que me parece gracioso del artículo de Vance es su afirmación de que los críticos de la Iglesia católica tienen ciertos prejuicios contra ella. Esto no podría estar más lejos de la realidad. Todo su comentario, que lo califica de esquirol, parece más bien el de un hombre descontento que se lamenta de que una mujer no haya querido confesarse con él. Concluye diciendo: “Sólo rechazando su historial de prejuicios anticatólicos podremos garantizar la libertad religiosa para todos”.

Sinceramente, no es tan profundo. Joe Biden, el presidente en funciones y compañero de fórmula de Harris en 2020, ES CATÓLICO. CRIADO EN ESTA FE. Sus intentos de movilizar a los católicos de Pensilvania en su contra son nada menos que patéticos.

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