
Aunque parezca que Wilson Fisk finalmente ha alcanzado el poder que tanto anhelaba, Daredevil: Renacido muestra las consecuencias de sus acciones pasadas, en particular las de series anteriores del MCU. Tras haber cumplido condena por delitos graves, la victoria de Fisk en las elecciones a la alcaldía de Nueva York parece casi milagrosa. Su campaña contra los justicieros tuvo una gran repercusión en el electorado, otorgándole una autoridad impresionante en la ciudad. Sin embargo, a medida que avanza la narrativa, se hace evidente que el nuevo poder de Fisk se ve eclipsado por la turbulencia en su vida personal.
Tras recuperarse de una herida de bala infligida por Maya Lopez, Fisk la localizó hasta Oklahoma, dejando a su esposa Vanessa a cargo de sus asuntos en Nueva York. Esta ausencia tensó considerablemente su matrimonio, lo que la llevó a tener una aventura con un hombre llamado Adam. Ahora que Fisk ha regresado en Daredevil: Born Again, la pareja intenta recomponer su relación. Aunque Fisk siente afecto por Vanessa, reconstruir su vínculo está resultando ser un reto formidable, derivado directamente de los avances en otro proyecto del UCM.
La terapia de Kingpin en Daredevil: Born Again: Una forma de castigo

Imagen vía Disney+
En el MCU actual, la conexión romántica de Matt Murdock es con la terapeuta Heather Glenn, quien se encuentra en una situación delicada al dirigir sesiones de terapia de pareja para Fisk y Vanessa. Estas sesiones requieren que Fisk enfrente verdades incómodas sobre su matrimonio, en particular, la infidelidad de su esposa, lo que despierta una furia que recuerda su pasado como Kingpin. Para Fisk, la terapia no simboliza sanación, sino castigo, ya que se resiste a revelar sus vulnerabilidades y debilidades.
Tradicionalmente, la terapia es una vía beneficiosa para la sanación emocional; sin embargo, para alguien tan reacio a la introspección como Fisk, se siente más como una obligación. En la serie anterior de *Daredevil*, solo empieza a mostrar profundidad emocional al relacionarse con Vanessa. Se resiste especialmente a que las influencias externas indaguen en sus asuntos personales. A pesar de ejercer un poder considerable en su vida pública, sufre una especie de castigo en la terapia, obligado a afrontar las consecuencias de sus decisiones en su vida privada.
El castigo de Kingpin está directamente relacionado con Echo





Las complicaciones en el matrimonio de los Fisk se remontan a la historia de Wilson en Echo, que tiene repercusiones en Daredevil: Born Again. Su abrupta partida para buscar a Maya Lopez en Oklahoma desencadenó el distanciamiento entre él y Vanessa. Curiosamente, Vanessa parece ignorar las razones de la ausencia de Fisk, como lo demuestra su falta de reconocimiento de sus actividades durante ese periodo. Cabe destacar que incluso el personaje de Echo apenas se menciona.
Fisk decidió irse sin previo aviso, con el objetivo de resolver sus problemas con Maya en privado. Si bien revelarle la verdad a Vanessa no solucionaría su relación al instante, podría proporcionar el contexto necesario para aliviar algunos de sus agravios. La ausencia de este contexto en Daredevil: Born Again ha exacerbado sus problemas de pareja, obligando a Wilson a someterse a terapia de pareja como forma de penitencia por sus acciones pasadas. A pesar del formidable poder que ahora ostenta, es evidente que debe afrontar las consecuencias de sus decisiones previas en el UCM.
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