Elizabeth G. Oyer, ex Fiscal de Indultos de EE. UU.del Departamento de Justicia (DOJ), recientemente fue noticia al afirmar que su despido se debió a su negativa a restituirle el derecho a portar armas a Mel Gibson. En un artículo del New York Times del 10 de marzo de 2025, Oyer alegó que fue despedida abruptamente sin una explicación clara, pero que tenía sospechas sobre los posibles motivos.
En el centro de sus acusaciones se encuentra una solicitud de funcionarios de la oficina del Fiscal General Adjunto Todd Blanche para que se agregue a Gibson a la lista de personas que buscan la restitución de su derecho a poseer armas. Oyer aún no ha recibido respuesta de Gibson ni del Departamento de Justicia sobre su acusación.
El derecho de Mel Gibson a poseer armas de fuego fue revocado tras una condena por un delito menor de violencia doméstica en 2011 que involucraba a su exnovia, Oksana Grigorieva. Aunque no impugnó los cargos —ni admitió ni negó el cargo—, fue condenado. Según la ley federal, las personas con este tipo de condenas por violencia doméstica tienen prohibido poseer armas de fuego.
Detalles detrás de la negativa a restablecer el derecho a poseer armas
En su entrevista con el Times, Oyer explicó sus razones para rechazar la solicitud de restituir el derecho de Gibson a portar armas, enfatizando la gravedad de la situación.»Devolver las armas a los maltratadores es un asunto serio que, en mi opinión, no puedo recomendar a la ligera, ya que la posesión de armas de fuego por parte de personas con antecedentes de violencia doméstica tiene consecuencias reales», declaró.
Oyer relató su experiencia mientras trabajaba para restaurar el derecho a portar armas a varias personas con condenas. Inicialmente, formó parte de un grupo que buscaba facilitar este proceso para 95 solicitantes, una lista que posteriormente se redujo a nueve personas elegibles para la restauración. Posteriormente, cumplió con la directiva de redactar un memorando para estas nueve personas, solo para recibir una solicitud de última hora para incluir el nombre de Gibson.
Según se informa, la solicitud iba acompañada de una carta del equipo legal de Gibson, enviada a altos funcionarios del Departamento de Justicia en enero. La carta abogaba por la restitución del derecho al porte de armas del actor, citando su designación por el presidente Donald Trump como «embajador especial» en Hollywood, junto con elogios a su exitosa carrera en el mundo del espectáculo.
A pesar de los convincentes argumentos de los representantes de Gibson, Oyer expresó que la solicitud le resultaba preocupante, especialmente debido al historial de violencia doméstica del actor. Por ello, comunicó formalmente a sus superiores su incapacidad para recomendar a Gibson para la restitución de sus derechos.
Posteriormente, un supervisor supuestamente presionó a Oyer para que llegara a un acuerdo, insinuando que su negativa era demasiado rígida. Comentó que la supuesta relación personal de Gibson con Trump le daba suficiente razón para reconsiderar su decisión. Finalmente, Oyer fue informada de su despido tan solo un día después.
Además, vale la pena señalar que el presidente Trump nombró a Mel Gibson como embajador especial en Hollywood en enero a través de Truth Social, una medida que ha ganado atención en medio de estos acontecimientos.
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