A medida que Disney avanza con su tendencia de transformar clásicos animados de renombre en adaptaciones de acción real, el debate sobre su necesidad se intensifica. No obstante, el estudio no se deja intimidar. Una de las entradas menos favorables fue el estreno de 2019 de El rey león , que contó con un elenco completamente animal. Dirigida por Jon Favreau, la película enfrentó críticas por depender en gran medida de personajes CGI sin emociones, lo que resultó en un producto que apenas se parecía a la acción real. A pesar de sus deficiencias, la película resultó ser un éxito financiero, allanando el camino para un nuevo proyecto: la precuela/secuela Mufasa: El rey león .
Debo confesar que al principio dudé de la necesidad de esta película y temí que reprodujera los mismos defectos que su predecesora. Sin embargo, encontré consuelo en la decisión de nombrar a Barry Jenkins, famoso por su premiada película Moonlight , como director. Su talento sugería que podía insuflar nueva vida a esta narrativa sobre criaturas animadas. Después de ver la película, me complace informar que lo logró .
Explorando el origen de una leyenda: Mufasa
Un cuento con profundidad
Mufasa: El Rey León no está exenta de imperfecciones, pero establece una narrativa convincente que reafirma su propósito. La historia es narrada por el sabio Rafiki (con la voz de John Kani) a la joven princesa Kiara (Blue Ivy Carter) mientras ella anticipa la llegada de su nuevo hermano. La película profundiza en los orígenes de Mufasa, el icónico león interpretado por el difunto James Earl Jones, y comienza con un sentido homenaje al personaje que resuena a lo largo de toda la película.
Mufasa, que en un principio era un cachorro (Braelyn Rankins), se enfrenta a una separación traumática de sus padres durante una inundación repentina. Más tarde, Taka (Theo Somolu), un joven príncipe que lo acepta como un hermano, a pesar de la aversión de su padre hacia los forasteros, lo rescata de un caimán. Sin embargo, la película presagia sutilmente la transformación de Taka en el malvado Scar.
El guionista Jeff Nathanson integra con maestría referencias al fatídico enfrentamiento entre Mufasa y Scar, aunque la eficacia de estos guiños disminuye con el tiempo. Un momento especialmente impactante se produce cuando Taka, que en un principio intenta salvar a Mufasa, le clava sus garras, una escena que pone de relieve de forma conmovedora la compleja relación entre ambos.
A medida que se desarrolla la historia y Mufasa (con la voz de Aaron Pierre, ya adulto) y Taka (Kelvin Harrison Jr.) maduran, su vínculo se profundiza en un contexto de peligro inminente. Un invasor despiadado, Kiros (interpretado de forma amenazante por Mads Mikkelsen), obliga a los hermanos a exiliarse en busca de seguridad. La narrativa también se expande para incluir las historias de fondo de Rafiki, Sarabi (Tiffany Boone) y Zazu (Preston Nyman).
Grandes expectativas para los protagonistas de Mufasa
El núcleo de la película: la dinámica entre Mufasa y Taka
A lo largo de la película, a veces parece que Mufasa duda en desviarse demasiado de la narrativa y los personajes familiares de El rey león . Esto es particularmente evidente en la marcada presencia de Timón (Billy Eichner) y Pumba (Seth Rogen), quienes sirven como alivio cómico mientras cuidan a Kiara. Aunque inyectan humor en una historia por lo demás sombría, sus frecuentes metacomentarios interrumpen el flujo de la sincera narración de Rafiki. La verdadera fortaleza de Mufasa radica en su exploración de la tensa relación entre los dos hermanos.
Asumir el papel icónico que Jones hizo famoso es una tarea formidable, pero Pierre le aporta a Mufasa una seriedad juvenil que resuena con el león en el que está destinado a convertirse. Su actuación captura hábilmente los matices de la interpretación original de Jones, lo que agrega profundidad al personaje. Taka emerge como una figura compleja, lo que plantea preguntas sobre su eventual traición al hermano que codiciaba.
La resolución de la película con respecto a la transformación de Taka en Scar es insatisfactoriamente rápida; sin embargo, la actuación de Harrison durante este cambio crucial es encomiable , haciéndose eco de representaciones anteriores al tiempo que infunde a su interpretación un sabor distintivo.
La estética visual redefinida en Mufasa
Una banda sonora a la altura de un clásico
Si bien la historia y el desarrollo de los personajes de Mufasa: El Rey León pueden tropezar en algunos momentos, las impresionantes imágenes y la poderosa banda sonora de la película lo compensan con creces. Una de las principales críticas con respecto a El Rey León de 2019 fue su incapacidad para capturar emociones genuinas debido a la representación sin vida de los personajes. Bajo la dirección de Jenkins, la animación ha mejorado considerablemente , infundiendo personalidad y profundidad emocional a los personajes.
El núcleo de la historia de Mufasa muestra una resonancia emocional real, especialmente cuando contempla el legado que deja atrás.
Aunque la banda sonora original de El Rey León sigue siendo icónica, la música de Mufasa se acerca a su brillantez, gracias al genio creativo de Lin-Manuel Miranda, quien, junto con el veterano de la franquicia Lebo M., contribuye con melodías animadas y letras cautivadoras. El enfoque revitalizante de Miranda da como resultado una banda sonora que se sostiene auténticamente por sí sola .
A pesar de que me pregunto cuánto más efectiva podría haber sido Mufasa: El Rey León como película de animación tradicional, aprecio los numerosos aspectos que Jenkins ejecutó con éxito. En esencia, la película resuena con emoción genuina, particularmente en su reflexión sobre cómo el legado de Mufasa resuena a través del tiempo. Si bien se esfuerza por cubrir un terreno extenso, que incluye breves cameos de Simba (Donald Glover) y Nala (Beyoncé Knowles-Carter), la película finalmente encuentra su magia al centrarse en su personaje central.
Mufasa: El Rey León llega a los cines el 20 de diciembre. Con una duración de 120 minutos, está clasificada PG por acción, violencia, peligro y algunos elementos temáticos.
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