
El truco único de la novocaína: una comedia de acción redefinida
En el mundo de las películas de acción, un truco distintivo suele marcar el tono de una narrativa atractiva. Esta tendencia se ilustra claramente en Novocaine, dirigida por Dan Berk y Robert Olsen, que presenta a un protagonista con un giro notable: Nathan Caine, interpretado por Jack Quaid, es genéticamente incapaz de sentir dolor. Esta premisa innovadora introduce una perspectiva nueva sobre el arquetipo del héroe de acción, ya que Nathan no sobresale en el combate, sino en soportar todo lo que se le presente.
La existencia ordinaria de Nate y su romance inesperado
Nathan Caine, un reservado subdirector de banco, lleva una vida tranquila, condicionada por los peligros inherentes a su condición. Incluso las actividades más sencillas, como comer alimentos sólidos, entrañan riesgos importantes: morderse la lengua podría pasar desapercibido. Pasa las horas del día añorando a la encantadora nueva cajera del banco, Sherry (Amber Midthunder), mientras que por las noches se entrega a los videojuegos junto a su único amigo, Roscoe, a quien conoce solo virtualmente.
Un encuentro que cambia la vida
La dinámica de la vida de Nate cambia drásticamente cuando Sherry lo invita a una cita, lo que desencadena un romance vertiginoso. Sin embargo, su nueva felicidad se ve destrozada abruptamente cuando una banda de ladrones (Conrad Kemp, Evan Hengst y Ray Nicholson, este último canalizando el carisma de su padre) asalta el banco y secuestra a Sherry. El caos subsiguiente aumenta cuando se envía rápidamente a unos agentes de policía ineptos, lo que lleva a Nate a tomar el mando de un coche de policía para salvar a la mujer que ama.
Una misión divertida y llena de sangre
Lo que sigue es una serie de escapadas ultra violentas en las que Nate se embarca en su misión para rescatar a Sherry, todo ello mientras es perseguido por dos detectives (Betty Gabriel y el siempre humorístico Matt Walsh), que sospechan de su participación en el robo. La película se nutre de hilaridad entrelazada con acción, mostrando la capacidad de Nate para aprovechar su trastorno único de forma creativa. En una batalla en la cocina particularmente divertida, maneja una sartén hirviendo, demostrando que, si bien puede soportar un castigo inmenso, aún es capaz de repartir heroísmo inesperado.
Encontrar humor en el dolor
La indiferencia de Nate ante el dolor se convierte en una mina de oro cómica. Durante un intenso enfrentamiento, recibe un disparo, pero simplemente se dirige a una ferretería, donde extrae la bala de su brazo con unos alicates y un poco de pegamento instantáneo, un momento que recuerda a los exagerados tropos de acción popularizados por íconos como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Sin embargo, el encanto y el ingenio de Nate se destacan mientras navega por estos momentos desgarradores con una sonrisa y bromas, provocando la risa de la audiencia.
Un guión ingenioso y efectos visuales atractivos
El guionista Lars Jacobson crea hábilmente momentos que resaltan la condición de Nate, tanto para el humor como para las imágenes emocionantes, mientras que Berk y Olsen traducen expertamente estas ideas en escenas cinematográficas. La película incluye varias secuencias de lucha sangrientas, pero cómicas, incluido un homenaje particularmente memorable a Home Alone, donde Nathan se encuentra con una serie de trampas estrafalarias colocadas por los ladrones en su escondite.
Comedia en medio de la tortura
Una de las escenas más destacadas de la película muestra a Nate, que debe fingir que siente dolor durante una escena de tortura, lo que le da tiempo crucial a Roscoe para organizar un rescate. Los espectadores se encontrarán divididos entre la risa por las pobres habilidades actorales de Nate y los momentos más vergonzosos, como la dolorosa imagen de cómo le arrancan las uñas. Cuando Roscoe (interpretado por Jacob Batalon, conocido por las recientes películas de Spider-Man ) finalmente llega, puede que no encarne al héroe tradicional, pero su presencia aporta una sensación cómica de seguridad a la historia.
Una dulce banda sonora y actuaciones estelares
Acompañado por el uso inteligente de “Everybody Hurts” de REM durante los créditos iniciales, Novocaine logra eludir la posible fatiga narrativa, a pesar de su duración de 110 minutos. La actuación de Jack Quaid cautiva, uniendo momentos entrañablemente cómicos con una historia convincente, mostrando su floreciente potencial como estrella. Midthunder lo complementa perfectamente, insinuando que su personaje está lejos de ser una damisela indefensa, especialmente dado su destacado papel en Prey.
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