Con el inminente lanzamiento de Mass Effect 5 , los fanáticos están volviendo a visitar la querida trilogía Mass Effect , famosa por su intrincada narrativa, personajes profundamente desarrollados y el controvertido final de Mass Effect 3. Si bien la mayor parte de ME3 es celebrada por su atractiva jugabilidad, las opciones finales presentadas al comandante Shepard decepcionaron a muchos jugadores, ofreciendo una resolución limitada a las narrativas que habían dado forma a lo largo de la serie. Incluso después de que el contenido descargable (DLC) y las actualizaciones buscaran rectificar estos problemas, una parte significativa de la comunidad sigue insatisfecha, particularmente con respecto a una opción de final.
Los finales que se le ofrecen al Comandante Shepard en los momentos culminantes de ME3 son los siguientes: primero, los jugadores pueden optar por destruir a los Segadores, lo que también aniquilaría toda la tecnología asociada y la inteligencia artificial en toda la galaxia. Segundo, existe la opción de tomar el control de los Segadores, alejándolos de su camino de violencia. Finalmente, la tercera opción, llamada “Síntesis” , es una elección ambigua que busca fusionar todas las formas de vida orgánicas y sintéticas. Con Mass Effect 5 en el horizonte, el estado “canónico” de estos finales sigue siendo incierto; sin embargo, hay argumentos convincentes en contra de que se considere que Síntesis es el camino elegido.
Entendiendo la confusión que rodea el final de la síntesis
El Niño de las Estrellas ilustra que la implementación de la Síntesis fusionaría la vida orgánica y sintética en una existencia unificada, otorgando a cada facción una perspectiva de la experiencia de la otra. Esta alteración radical de la vida reconfiguraría fundamentalmente la existencia en la galaxia, planteando preguntas sobre la transformación involuntaria de todos los seres.
La secuencia cinemática final muestra una enorme ola de energía verde que envuelve el universo, lo que simboliza la finalización del conflicto de los Segadores. Sugiere que esta nueva comprensión eliminaría el impulso de la IA de erradicar la vida orgánica y resolvería simultáneamente las hostilidades. Sin embargo, la mecánica de cómo se produce un cambio tan radical (y por qué resuelve el conflicto de manera tan abrupta) sigue siendo esquiva, lo que la convierte en una base desconcertante para futuras narraciones.
Síntesis: simplificación excesiva del conflicto de series
Una solución simplificada para problemas complejos
Los críticos sostienen que el final de Synthesis resulta inmerecidamente optimista, ya que ofrece una resolución fácil que contrasta marcadamente con el sello distintivo de la franquicia de explorar desafíos moralmente ambiguos. Mass Effect prospera gracias a su representación de las tensiones entre la vida orgánica y la sintética, y utiliza estas narrativas para reflexionar sobre cuestiones del mundo real relacionadas con el conflicto de puntos de vista y los dilemas éticos.
En los juegos, las entidades sintéticas como EDI exhiben emociones y complejidades similares a las humanas, lo que desafía la idea de que deberían ser tratadas simplemente como máquinas frías. La elección de la síntesis, aunque aparentemente benévola, impone un cambio repentino e infundado en el marco biológico de toda la vida, lo que destila la narrativa matizada de la franquicia.
La probable elección canónica: el final destructivo
Una conclusión temática alineada con la franquicia
En definitiva, el final que mejor se alinea con los temas más recurrentes de Mass Effect es la opción Destruir. Esta elección culmina con el Comandante Shepard logrando su objetivo original de acabar con la amenaza de los Segadores de forma indefinida. Sin embargo, esta victoria tiene ramificaciones sustanciales, ya que la muerte de los Segadores también provocaría la desaparición de aliados sintéticos como los Geth y EDI, al tiempo que se destruirían los relés de masa, lo que provocaría graves complicaciones para la galaxia.
Esta conclusión refleja un camino más acorde con la personalidad renegada de Shepard y hace eco de las decisiones tomadas en el DLC Arrival de Mass Effect 2 , en el que Shepard sabotea deliberadamente un sistema batariano para impedir el avance de los Reaper. Estas consecuencias de gran peso resuenan en el estilo narrativo de la franquicia, que a menudo no rehúye la intrincada interacción de las decisiones morales.
A medida que se acerca la fecha de lanzamiento de Mass Effect 5 , el final Destroy probablemente siente las bases para un panorama narrativo enriquecido en el que puedan surgir nuevos conflictos. Aunque los Reapers pueden haber sido derrotados, la galaxia sigue fragmentada y lidia con las consecuencias de la destrucción tecnológica: dilemas complejos que podrían servir como un rico telón de fondo para futuras aventuras protagonizadas por el comandante Shepard, en particular porque la trilogía remasterizada insinúa que este final puede mantener vivo a Shepard, lo que le permitirá recuperar su papel como protagonista.
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