En el mundo de Red Dead Redemption 2, el sistema de honor y el sistema de búsqueda están íntimamente relacionados. Cuando Arthur Morgan comete actos deshonrosos, su honor disminuye, lo que complica su capacidad para mantener un alto nivel de honor, especialmente si se encuentra siendo perseguido por las fuerzas del orden. Esta conexión puede resultar un tanto engañosa en el contexto de un juego que intenta retratar la naturaleza caótica y sin ley del Salvaje Oeste.
El sistema buscado de RDR2: un enfoque excesivo
Un sistema implacable para el salvaje oeste
En comparación con su predecesor, el sistema de búsqueda de Red Dead Redemption 2 parece mucho más agresivo. Las fuerzas del orden se muestran como omniscientes, capaces de identificar a los criminales incluso cuando están enmascarados, y los testigos parecen estar en todas partes, listos para denunciar los delitos sin importar dónde se encuentren. Esto genera una experiencia poco realista, especialmente en escenarios como los atracos a trenes, donde, independientemente de las pruebas, los agentes de la ley siempre parecen tener una idea clara del paradero de Arthur.
Los jugadores a menudo se encuentran con la frustración de recibir recompensas incluso cuando perciben que no había testigos presentes. Esta percepción no se alinea con la imagen romántica del Salvaje Oeste, donde la anarquía prosperaba. El atractivo de cometer delitos en un entorno así se ve disminuido por un sistema que enfatiza excesivamente las sanciones, lo que hace que los jugadores se sientan limitados en lugar de empoderados.
En comparación con el primer Red Dead Redemption: un sistema más indulgente
Ausencia de consecuencias para las actividades delictivas
En marcado contraste, Red Dead Redemption, la primera entrega, contaba con un sistema de búsqueda mucho más indulgente. Los jugadores podían participar en diversas actividades delictivas (desde peleas hasta secuestros) con repercusiones mínimas. Esta indulgencia contrasta claramente con las estrictas expectativas de la secuela.
Lograr un equilibrio entre los dos extremos es crucial para las futuras iteraciones del juego. La situación ideal incorporaría un sistema de búsqueda que planteara desafíos sin ser excesivamente punitivo. Lograr este equilibrio será vital para garantizar que los jugadores sigan comprometidos mientras experimentan las consecuencias de sus acciones.
Red Dead Redemption 3: reimaginando el sistema de búsqueda
Creando desafíos realistas sin penalizaciones irreales
En el caso de Red Dead Redemption 3, parece esencial encontrar un punto intermedio. Los jugadores deberían tener la oportunidad de escapar sin llamar la atención si llevan a cabo una huida bien planificada o si actúan con discreción. Además, es necesario perfeccionar la mecánica de los robos de trenes para crear una experiencia de juego más equitativa.
Consideremos un sistema en el que, si Arthur deja testigos que lo reconocen, se establecería una recompensa uno o dos días después en la ciudad a la que llega el tren: un escenario realista en el que las fuerzas del orden dependen de la ayuda de los civiles. Esta dinámica podría añadir un atractivo nivel de estrategia, ya que los jugadores pueden permanecer inconscientes de su notoriedad hasta que la enfrenten en la siguiente ciudad.
Además, la integración de una escala de notoriedad junto con el sistema de honor existente permitiría a los jugadores manejar su criminalidad de manera más dinámica. A medida que ganan notoriedad, su reputación criminal podría afectar la forma en que los agentes de la ley los perciben y reaccionan ante ellos, lo que anima a los jugadores a andar con cuidado cerca de los testigos mientras contemplan la emoción de la infamia.
Este enfoque revisado del Sistema de Búsqueda promovería un juego táctico y alentaría a los jugadores a sopesar los riesgos y las recompensas de sus acciones, lo que en última instancia conduciría a una experiencia de juego más rica en Red Dead Redemption 3.
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