Lo más destacado de “Super/Man: La historia de Christopher Reeve”
- La notable resiliencia de Christopher Reeve después de un accidente que le cambió la vida sirve de inspiración.
- El documental arroja luz sobre la estrecha amistad de Reeve con Robin Williams, así como sobre la constante defensa de su familia en favor de los discapacitados.
- El legado de Reeve se honra a través de los esfuerzos dedicados de sus hijos en apoyo de las personas con discapacidades.
Super/Man: The Christopher Reeve Story se estrenó en cines selectos antes de estar disponible en plataformas digitales a partir del 5 de noviembre de 2024. Este documental de HBO se ha convertido rápidamente en uno de los éxitos más inspiradores y sugerentes de 2024. Si bien las películas de superhéroes dominan actualmente el panorama cinematográfico, es esencial recordar que la primera ola de este género comenzó con la interpretación de Christopher Reeve de Superman en 1978. Su inolvidable actuación estableció un estándar alto, pero la narrativa que rodea a Reeve dio un giro significativo después de que se alejara del famoso papel.
El 27 de mayo de 1995, Reeve sufrió una lesión que le cambió la vida mientras montaba a caballo, lo que lo dejó paralizado. Su valiente reacción a este evento traumático mostró un heroísmo que fue paralelo a su personaje en la pantalla. Rodeado por su familia y amigos cercanos que lo apoyaron, incluido el icónico Robin Williams, el cautivador viaje de Reeve se desarrolla en este documental, que revela nuevas perspectivas y arroja luz sobre sus luchas personales después del accidente.
El accidente: un punto de inflexión en la vida de Reeve
El documental ofrece una mirada en profundidad a la gravedad de las heridas de Christopher Reeve, ilustrando lo peligrosamente cerca que estuvo de la muerte. Después de que un caballo se detuviera inesperadamente, Reeve se cayó y sufrió una lesión catastrófica en el cuello, dejándolo dependiente de un respirador para respirar. Su determinación inquebrantable y el apoyo constante de su esposa, Dana, desempeñaron un papel crucial en su lucha por adaptarse a la vida como individuo discapacitado. La gravedad emocional de su situación se captura en un momento conmovedor del documental:
“Arruiné mi vida y la de todos los demás. No podré esquiar, navegar, lanzarle una pelota a Will. No podré hacerle el amor a Dana. Tal vez deberíamos dejarme ir. Y entonces (Dana) dijo las palabras que salvaron mi vida: ‘Sigues siendo tú. Y te amo’”.
Tras su accidente, Reeve se sometió a una complicada intervención quirúrgica, que incluyó un procedimiento para volver a unir la cabeza al cuello, una operación que entrañaba importantes riesgos. En los años siguientes, canalizó su energía en la defensa de las personas discapacitadas, recordando al público que los verdaderos héroes pueden existir más allá de los confines de las capas tradicionales.
La profunda amistad con Robin Williams
Un aspecto conmovedor de Super/Man: The Christopher Reeve Story es su representación del profundo vínculo entre Reeve y Robin Williams. Su amistad comenzó durante su estancia en Julliard a principios de los años 70, cuando eran compañeros de habitación, y finalmente floreció en una conexión para toda la vida. Después del trágico accidente de Reeve, Williams hizo una visita memorable al hospital, poniéndose un disfraz cómico de proctólogo ruso en un intento lúdico de aligerar el ánimo de Reeve. Este acto de frivolidad encapsuló la calidez y el genio de Robin Williams, como señaló la actriz Glenn Close en el documental:
“Estoy convencido de que Robin Williams todavía estaría vivo si Christopher Reeve también lo estuviera”.
Continuando el legado: los hijos de Reeve y su labor de defensa
Christopher Reeve falleció el 10 de octubre de 2004, dejando atrás a tres hijos en duelo. Sus dos hijos mayores, Alexandra y Matthew, de su primer matrimonio con Gae Exton, se unieron a su hijo menor, Will, en el documental, para hablar sobre el legado monumental de su padre y sus esfuerzos continuos con la Fundación Christopher y Dana Reeve. Esta narrativa se ve reforzada aún más por la profundidad emocional que rodea la pérdida de su madre, Dana, debido al cáncer en marzo de 2006, que también se aborda en la película.
Will compartió sus sentimientos de aislamiento tras perder a sus padres en rápida sucesión, pero también destacó el fuerte apoyo de sus medios hermanos mayores. A pesar de enfrentarse a la adversidad (tenía solo tres años en el momento del accidente de su padre y doce cuando murió), Will emerge como una persona sensata y perspicaz en el documental, que equilibra su trabajo de defensa de derechos con su carrera como periodista de radiodifusión para ABC News.
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