A24 se ha posicionado firmemente dentro del panorama del terror independiente, ganando elogios por películas como el thriller psicológico Hereditary y el thriller sobrenatural Talk to Me . El estudio tiene un historial de colaboración con distintos cineastas, en particular Robert Eggers en sus célebres proyectos The Witch y The Lighthouse . En una interesante evolución de su repertorio narrativo, A24 ahora se ha asociado con los hermanos Eggers, Max y Sam, para el horror psicológico absurdo The Front Room . Sin embargo, a pesar de su ambiciosa premisa, la película en última instancia parece carente de impacto.
Inspirada en el cuento de Susan Hill, The Front Room se centra en Belinda, interpretada por Brandy, y marca su regreso al género de terror después de una pausa. Belinda es una mujer embarazada que lidia con las consecuencias de la muerte de su primogénito y sufre visiones perturbadoras durante sus episodios de sonambulismo. A medida que se acerca la fecha del parto, su esposo Norman enfrenta el dolor de perder a su padre por cáncer de estómago, lo que lo obliga a enfrentar la brutalidad de su infancia abusiva con su madrastra, Solange. La herencia de la pareja depende de que Solange se mude con ellos, lo que conduce a una inevitable espiral de caos.
Premisa familiar, tropos sobreutilizados
La narrativa carece de originalidad
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Para los aficionados al terror, la trama de The Front Room puede evocar una sensación de déjà vu. Sus elementos de la trama (una siniestra figura anciana que recuerda a Hereditary de Ari Aster y el destino del recién nacido que recuerda temas de The First Omen y de False Positive de A24 ) no aportan nada nuevo. La exploración temática de la maternidad y las dificultades que se enfrentan durante el embarazo tiene un potencial significativo; desafortunadamente, esta película no logra capitalizarlo y pasa por alto profundidades emocionales críticas.
Además, varios hilos narrativos parecen poco desarrollados, lo que disminuye su impacto general. Si bien los hermanos Eggers intentan crear tensión a través del comportamiento errático de Solange, este enfoque plantea más preguntas que respuestas. El paralelismo entre el cuidado de una madrastra anciana y problemática y el cuidado de un recién nacido sigue sin explorarse, y momentos como el llamado constante de ayuda de Solange a menudo parecen una estratagema trivial para llamar la atención en lugar de una historia significativa.
Dirección visualmente impactante de los hermanos Eggers
El guión no cumple con los estándares visuales
A pesar de sus deficiencias narrativas, The Front Room brilla visualmente. Los hermanos Eggers, junto con la directora de fotografía Ava Berkofsky, logran crear una atmósfera inquietantemente envolvente, utilizando la narración visual para amplificar el estado de ánimo y la tensión. La dinámica cambiante dentro de la casa, dictada por la presencia de Solange, altera sutilmente el espacio de maneras notables, complementando las experiencias surrealistas que enfrenta Belinda.
Sin embargo, el arte visual de la película no puede compensar las deficiencias de su guión. Los hermanos Eggers intentan abordar cuestiones complejas como el racismo, la opresión religiosa y el trauma generacional. Sin embargo, su exploración parece superficial y carece de la profundidad necesaria para resonar en los espectadores de manera significativa. Además, el enfoque recurrente en la incontinencia de Solange tiende a eclipsar temas más urgentes, dando la impresión de un intento poco original de humor negro en lugar de ofrecer un comentario profundo.
Actuaciones que elevan la película
Hunter y Brandy sobresalen en roles vitales
A pesar de sus problemas narrativos y de guión, The Front Room se sustenta en sólidas interpretaciones. Kathryn Hunter emerge como la más destacada, infundiendo a su papel de Solange profundidad y una energía inquietante que mantiene la atención del espectador. Su capacidad para combinar peculiaridades infantiles con una auténtica agitación emocional cautiva al público desde el principio, mostrando su excepcional experiencia en el teatro físico.
La interpretación de Brandy de Belinda deja una impresión mixta. Si bien su actuación marca un punto culminante en su carrera, particularmente dentro del género de terror, ciertos momentos sugieren una vacilación a la hora de abrirse por completo. A pesar de esto, el viaje de su personaje es convincente y confirma que los esfuerzos combinados de Hunter y Brandy evitan que The Front Room sea un completo paso en falso. La interacción entre sus actuaciones eleva la película, ofreciendo destellos de potencial en medio de sus defectos.
The Front Room ya está disponible para streaming en Max.
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