Recientemente, un grupo de jóvenes de la Generación Z expresó su apoyo a Kamala Harris en una publicación compartida en X, también conocida como Twitter. Su acción provocó una respuesta controvertida del ex SEAL de la Marina Robert J. O’Neill, conocido por sus controvertidas afirmaciones sobre la muerte de Osama bin Laden.
O’Neill ganó notoriedad después de afirmar que disparó el tiro que mató a Bin Laden durante la redada del Equipo SEAL Seis en 2011. A pesar de su heroísmo autoproclamado, numerosos miembros del equipo han refutado su versión, destacando la naturaleza colaborativa de las operaciones militares. Sin embargo, sigue atrayendo la atención, a menudo por sus opiniones polarizadoras.
La inquietante acusación de O’Neill contra los partidarios de Harris
La controversia estalló cuando el comentarista político Harry Sisson, de 22 años, compartió una fotografía con amigos y declaró con orgullo: “Somos votantes de la Generación Z, ¡y todos votamos por Kamala Harris! Los hombres de verdad apoyan a Harris”. Esta publicación fue una respuesta a las afirmaciones de algunos partidarios de Trump de que respaldar a Harris socava la masculinidad. En un giro inesperado, O’Neill reaccionó menospreciando a los jóvenes, etiquetándolos de “niños” y sugiriendo que sin el barniz de las redes sociales, se verían reducidos a sus “concubinas”.
No sois hombres, sois niños. Si no existieran las redes sociales, seríais mis concubinos. https://t.co/EUwCiB4o1b
— Robert J. O’Neill (@mchooyah) 4 de noviembre de 2024
Para contextualizar, el término “concubina” se refiere típicamente a una persona involucrada en una relación sexual marcada por un desequilibrio de poder significativo. El comentario de O’Neill desencadenó diversas reacciones en las redes sociales, y muchos usuarios consideraron que sus comentarios no solo eran extraños sino también profundamente preocupantes. Sisson lo confrontó con la pregunta: “¿Entonces quieres que 5 jóvenes ‘chicos’ sean tus esclavos sexuales?”, lo que ilustra lo absurdo y la gravedad de las amenazas de O’Neill.
¿Entonces quieres que 5 “chicos” jóvenes sean tus esclavos sexuales…? Eso es bastante raro. Además, tonto de la proporción
– Harry Sisson (@harryjsisson) 4 de noviembre de 2024
La reacción en línea contra O’Neill no se hizo esperar y varios usuarios condenaron su lenguaje depredador. Los comentarios abarcaron desde expresiones de incredulidad hasta denuncias directas de sus opiniones, haciendo hincapié en que recurrir a amenazas de violencia sexual es totalmente inapropiado e indicativo de problemas sociales más profundos.
MAGA: “Los demócratas son aduladores”… Robert J. O’Neill: “Sujétenme la cerveza”…
— ¡Solo los hechos! ⚓️? ?? (@JustTheFacts_68) 4 de noviembre de 2024
A pesar de que algunos usuarios especularon que O’Neill podría haber malinterpretado las implicaciones de «concubina», su continua publicación de comentarios amenazantes subraya una tendencia preocupante. En videos posteriores, mantuvo su postura mientras menospreciaba aún más a Sisson y a los demás que expresaron sus creencias políticas. Sus comentarios culminaron en una alarmante declaración sobre sus intenciones, afirmando que haría lo que quisiera con ellos.
Respondí que no sois hombres, sois niños y seríais mis concubinas en el mundo real. Lo que quise decir con eso es que sí, lo seríais.
En esta era digital, este tipo de manifestaciones de masculinidad tóxica y amenazas de violencia sexual se han normalizado de manera alarmante, en particular entre ciertas facciones políticas. Este incidente recuerda inquietantemente a la reacción negativa que enfrentaron figuras públicas como Taylor Swift, quien apoyó a Harris y luego se encontró con comentarios igualmente agresivos de varios hombres, lo que ilustra una cultura generalizada que recurre a la intimidación cuando se enfrenta a opiniones opuestas.
Conclusión
Amenazar con abusos sexuales en cualquier circunstancia es repugnante y refleja de manera engañosa el concepto de masculinidad. La verdadera fuerza no reside en ejercer poder sobre los demás, sino en fomentar el respeto, la comprensión y el diálogo constructivo, valores que deberían guiar el discurso político.
Deja una respuesta