¡Vete, rey!
El estreno en el Reino Unido de El aprendiz tuvo lugar en el BFI London Film Festival y, como las elecciones estadounidenses estaban a solo diecinueve días de distancia, las investigaciones políticas eran inevitables. The Hollywood Reporter se ocupó precisamente de eso.
Durante el evento, le preguntaron a Stan si creía que la película podría influir en los votantes a favor de Trump. Su respuesta, “no lo sé”, fue razonable; después de todo, él es un actor y no un analista político.
Sin embargo, añadió:
Si sientes curiosidad, tómate un momento para preguntarte: “¿Quién es este individuo? ¿Realmente lo conoces? ¿Confías en él para liderar una nación?”. Ha intentado suprimir esta película mientras proclama su apoyo a la libertad de expresión… Me parece increíblemente hipócrita. En última instancia, el foco debería estar en él como persona. Deja a un lado la política y confía en tus instintos: ¿tienes fe en él? Eso es esencialmente lo que explora la película.
Y, sinceramente, tiene razón. Si dejamos de lado por un momento las afiliaciones políticas, podemos analizar más de cerca el carácter de Trump, lo que debería orientar nuestras conclusiones. La crítica sincera de Stan es encomiable, en particular si tenemos en cuenta su propia historia de huir de Rumania con su madre cuando era niño. Desde que se conoció por primera vez la noticia de The Apprentice, algunos han asumido injustamente que la participación de Stan sugiere que simpatiza con Trump; esa interpretación binaria ignora los numerosos riesgos que Stan ha asumido a lo largo de su carrera.
¿Es esta película perfecta? No, por supuesto. Muchas películas biográficas tienen el potencial de fomentar inadvertidamente la simpatía por sus protagonistas, ya que los espectadores tienden naturalmente a identificarse con lo que ven en la pantalla. Hay cierta indulgencia con respecto al verdadero legado de Trump, especialmente a la luz de que su presidencia no se menciona en la narrativa. Sin embargo, en mi opinión, la oposición vocal del elenco y las mentes creativas detrás del proyecto dice mucho.
Las figuras públicas suelen tener una influencia significativa y es una realidad que no podemos ignorar. Espero que Stan siga expresando sus pensamientos con franqueza durante todo el proceso de promoción de esta película. Ser testigo de las reacciones constantes de Donald Trump ante esta película “sin clase” es, sin duda, un espectáculo entretenido.
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