
Lanzado en 2012 para las principales plataformas, como Xbox 360, PlayStation 3 y PC, Assassin’s Creed III ha generado diversas opiniones entre los jugadores. Algunos lo elogian por su cautivador protagonista y narrativa, mientras que otros critican su ritmo lento y su torpe mecánica de parkour. Con el paso del tiempo, incluso los juegos más queridos pueden empezar a resentir el paso del tiempo.
Este artículo analiza si Assassin’s Creed III sigue siendo una experiencia que vale la pena en 2025, considerando tanto sus innovaciones como sus inconvenientes.
Una historia cautivadora con un protagonista complejo

Tras la popularidad de Ezio, Ubisoft presentó a los jugadores a Connor Kenway, un personaje impulsado por una tragedia personal: la pérdida de su madre a causa de la opresión colonial. Su viaje a través de temas de venganza y libertad aporta profundidad a la narrativa. A pesar de ello, la falta de carisma de Connor puede resultar insuficiente para algunos jugadores, especialmente en comparación con el encanto de Ezio.
La narrativa abarca varias décadas, entrelazando intrincadamente los acontecimientos de la Revolución Americana. Si bien desentraña con éxito muchos secretos históricos, el ritmo, sobre todo en las primeras etapas del juego, puede resultar abrumador. Los jugadores primero navegan por tres secuencias como Haytham Kenway, el padre de Connor, lo que ralentiza considerablemente la inmersión inicial en la trama principal.
Mecánica de juego: una mezcla de elementos

Basándose en entregas anteriores, Assassin’s Creed III perfecciona la mecánica de combate e introduce animaciones más fluidas, lo que permite el uso de dos armas. Si bien estas mejoras hacen que las batallas se sientan intensas y dinámicas, la jugabilidad en general puede parecer simplista en comparación con las entregas modernas de la franquicia.
El parkour experimenta cambios significativos; los jugadores pueden encontrar menos urgencia en las maniobras urbanas, ya que gran parte de la acción se centra en trepar árboles. Si bien este parkour forestal ofrece una perspectiva innovadora, puede resultar engorroso rápidamente y evocar nostalgia por las emociones en los tejados de Assassin’s Creed II.
Aspectos visuales y rendimiento: se mantienen bien

A pesar de tener más de una década, Assassin’s Creed III aún presume de un aspecto visual impresionante en todas las plataformas. Sus diversos escenarios, que abarcan desde ciudades nevadas hasta extensos bosques, exhiben capacidades gráficas avanzadas para su época. Sin embargo, la falta de mejoras modernas como el trazado de rayos o el DLSS denota su antigüedad.
Lamentablemente, el juego tiene una velocidad de fotogramas limitada a 30 FPS, incluso en las ediciones remasterizadas que solo alcanzan una resolución de 1080p. Esta limitación suele chocar con las expectativas de los jugadores actuales, que suelen preferir experiencias más fluidas con velocidades de fotogramas más altas.
Veredicto final: ¿Vale la pena jugar en 2025?

En conclusión, a pesar de sus defectos, vale la pena revisitar Assassin’s Creed III en 2025. La cautivadora historia sobre la libertad y el viaje de Connor ofrece una experiencia significativa, aunque al principio el ritmo puede resultar lento. Si bien la jugabilidad puede parecer anticuada en comparación con las entregas más recientes de la serie, la rica narrativa compensa estas deficiencias.
En definitiva, las imágenes siguen impresionando, y aunque el límite de 30 FPS puede disuadir a algunos, la historia sigue siendo un atractivo poderoso tanto para los recién llegados como para los jugadores que regresan.
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