
Lanzado en 2006, Bully se ha consolidado como una de las creaciones más distintivas de Rockstar. Considerado a menudo como una versión más apacible de la franquicia Grand Theft Auto, este juego sumerge a los jugadores en el intrigante mundo de un entorno escolar. Con su cautivadora narrativa y sus personajes llenos de matices, sigue siendo un clásico en las conversaciones sobre videojuegos y mantiene una fiel base de fans.
A medida que Bully se acerca a su 20.º aniversario el próximo año, la demanda de una secuela se hace más fuerte, a pesar de la aparente falta de interés de Rockstar en revisitar esta propiedad intelectual. Si bien la nostalgia, sin duda, alimenta este fervor, plantea una pregunta más profunda: ¿Conservará el juego su encanto y relevancia en 2025?
En este artículo, profundizamos en el atractivo perdurable de Bully y evaluamos si continúa impresionando tanto a los jugadores nuevos como a los que regresan.
Un entorno atemporal con una historia con la que te puedes identificar

Ambientado en el pueblo ficticio de Bullworth, los jugadores exploran la vida de Jimmy Hopkins, un adolescente problemático que es abandonado en la Academia Bullworth mientras sus padres están ausentes. Mientras Jimmy se adapta a las camarillas y rivalidades de la escuela, los jugadores se embarcan en una misión para mitigar la hostilidad entre las diversas facciones. Este viaje se complica por las acciones manipuladoras de Gary, el exmejor amigo de Jimmy, quien busca perturbar los esfuerzos del protagonista por la paz.
En esencia, Bully ofrece una narrativa cautivadora centrada en la lucha contra el acoso y la camaradería, conceptos que resuenan profundamente en el mundo actual. Esta relevancia temática garantiza que la historia siga siendo atractiva para los jugadores que se unan al juego en 2025.
Una jugabilidad que todavía impresiona

Casi dos décadas después de su lanzamiento, la mecánica de juego de Bully sigue cautivando a los jugadores. El sistema de combate, centrado en divertidas peleas a puñetazos y armas peculiares como bombas fétidas y petardos, lo distingue claramente de la jugabilidad centrada en las armas, tan común en la saga Grand Theft Auto. Este enfoque único fomenta una experiencia lúdica que conserva su frescura.
El extenso mundo abierto está repleto de actividades atractivas, como carreras de karts y trabajos como cortar el césped, lo que permite a los jugadores ganar dinero para el diverso vestuario de Jimmy. Estos elementos contribuyen a un entorno increíblemente inmersivo que enriquece la experiencia de juego.
Gráficos y rendimiento: un aspecto decepcionante

Por otro lado, Bully muestra su antigüedad en cuanto a gráficos. Al provenir de la era de PlayStation 2, las limitaciones se hacen evidentes en los modelos de personajes poco detallados y las cortas distancias de dibujado. Al compararlo con los títulos modernos de Rockstar, la fidelidad gráfica se queda corta.
A pesar de esto, remasterizaciones anteriores, como la Trilogía de Grand Theft Auto, han demostrado el potencial de un tratamiento visual mejorado. Actualmente, la mejor versión disponible es Bully’s Scholarship Edition, que ofrece mejoras modestas en textura y resolución, pero aún no alcanza los estándares visuales que esperan los jugadores actuales.
¿Vale la pena jugar en 2025?

Por supuesto. Aunque el diseño visual de Bully pueda parecer anticuado, su narrativa auténtica y su atractiva jugabilidad aún destacan. Los jugadores pueden sumergirse en un mundo abierto dinámico lleno de emocionantes actividades, carreras y misiones secundarias que enriquecen la experiencia general.
Completar la historia proporciona una gratificante sensación de progreso, y las recompensas de las misiones contribuyen a la motivación del jugador. En definitiva, los atractivos personajes, las ricas tramas y la divertida jugabilidad del juego compensan con creces cualquier limitación gráfica, lo que convierte a Bullworth en un juego que vale la pena revisitar.
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