A medida que se asienta el polvo de las elecciones presidenciales de 2024, los estudiantes de la Universidad de Nueva York (NYU) se encuentran lidiando con responsabilidades académicas y agitación emocional.
Reacciones de los estudiantes a los resultados electorales
Jade Leong, una estudiante de la Universidad de Nueva York, compartió recientemente un conmovedor video de TikTok en el que se la ve a ella y a sus compañeros de clase en una sala de estudio, visiblemente ansiosos por los resultados de las elecciones. Su título captó sucintamente el sentimiento predominante: “La Universidad de Nueva York está pasando por un momento difícil”. Mientras muchos estudiantes actualizaban ansiosamente sus pantallas para ver las actualizaciones sobre la reñida carrera electoral, Jade mencionó que a ella y a sus amigos les resultaba difícil concentrarse en sus estudios, y un comentarista expresó: “Tengo que estudiar, pero literalmente no puedo”. Esas experiencias compartidas ponen de relieve la ansiedad palpable que se extiende por los campus.
Un ambiente contemplativo en medio de las clases
Las secuelas de la victoria de Donald Trump le trajeron a Jade recuerdos vívidos, que le recordaron una atmósfera similarmente cargada de elecciones anteriores. Relató sentimientos de desesperación compartidos entre sus compañeros, contrastando la vitalidad habitual de la ciudad con un silencio inquietante en Nueva York ese día. Jade describió vívidamente el comportamiento de las mujeres en las calles, con la cabeza inclinada, y el reconocimiento silencioso del dolor colectivo al establecer contacto visual. Mientras que muchos profesores reconocieron el estado de ánimo sombrío al ofrecer pautas de participación indulgentes, otros continuaron con las clases como si fuera simplemente un día más.
Cómo equilibrar el deber cívico y la presión académica
A pesar de la angustia abrumadora que recorría el alumnado, la Universidad de Nueva York no canceló oficialmente las clases tras los resultados de las elecciones. Algunos profesores siguieron manteniendo conversaciones sobre las elecciones, pero había una inconfundible desconexión entre la gravedad de la situación y las expectativas académicas depositadas en los estudiantes. Para Jade y muchos de sus amigos, el acto de votar simbolizaba una responsabilidad cívica vital, pero la decepción por el resultado era más grande que sus esfuerzos colectivos.
La necesidad de un alivio emocional
Mientras los estudiantes como Jade procesan sus sentimientos de derrota y ansiedad por el regreso de Trump, no están solos. Sus compañeros de la Universidad de Nueva York se hicieron eco de sentimientos similares en la sección de comentarios de su TikTok, compartiendo su dolor por los resultados electorales, llegando incluso a colaboradores de lugares internacionales como Bélgica, Alemania y el Reino Unido. La sensación de desconexión de la experiencia educativa es palpable, lo que plantea una pregunta importante: ¿deberían las instituciones proporcionar un tiempo designado para que los estudiantes lamenten y procesen eventos tan significativos?
Llamados al apoyo institucional
Reconocer el costo emocional del clima político es más crucial que nunca. Las instituciones educativas deben priorizar el bienestar mental de sus estudiantes, en particular en tiempos de angustia. Con los temores en torno a las posibles amenazas a las libertades civiles bajo un segundo mandato de Trump, la necesidad de comprender y adaptarse a los estados emocionales de los estudiantes se vuelve imperativa. Si bien la vida inevitablemente continuará, es esencial que los sistemas educativos permitan un espacio para la reflexión y la sanación. Mientras los jóvenes se mantienen firmes en su compromiso con la democracia, primero se les debe conceder tiempo para hacer el duelo y reagruparse.
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