Advertencia: Spoilers de Terrifier 3 a continuación.
La dura realidad que rodea a la serie de terror Terrifier es que su principal atractivo reside en su violencia gráfica. Sin embargo, hay mucho más debajo de la superficie. Si bien la película inicial sirvió más como una muestra de efectos prácticos que como una historia coherente, la secuela introdujo elementos de narrativa junto con su intensa brutalidad. Con cada lanzamiento sucesivo, se acerca cada vez más a parecerse a una experiencia cinematográfica legítima y, a medida que se desarrolla Terrifier 3, comienza a transmitir un mensaje ligeramente significativo.
Incluso para aquellos que no son fanáticos de la serie Terrifier, hay una historia interesante que contar. Ha transformado un pequeño presupuesto independiente en un asombroso fenómeno de taquilla, que recuerda el éxito de Paranormal Activity, que provocó un resurgimiento del interés por las películas de terror. Sin embargo, la posibilidad de repetir esta fórmula parece escasa. Un resurgimiento del género clásico de terror sería sin duda bienvenido.
¿Son las películas de Terrifier algo más que violencia visceral?
El 11 de octubre, fecha del estreno de Terrifier 3, el crítico de cine Patrick Bromley se puso en contacto con la comunidad cinematográfica en Twitter e instó a los espectadores a profundizar en los debates sobre la franquicia más allá de su premisa centrada en el gore. Dos días después, el guionista y director Damien Leone respondió:
¿Hay más en la franquicia Terrifier que solo gore? 😑🤡🪽✨ #terrifier3 #terrifier2 #terrifier https://t.co/RyfSbFNJkR – Damien Leone (@damienleone) 13 de octubre de 2024
Las reacciones han sido variadas: algunos sostienen que la violencia es intencionalmente central para la experiencia, mientras que otros, incluidos los fanáticos más fieles, afirman que hay capas narrativas más ricas que vale la pena explorar. Parece que incluso los seguidores más acérrimos están divididos sobre los elementos narrativos de la franquicia.
Curiosamente, las películas de The Terrifier contienen temas cristianos sorprendentemente evidentes. Si bien el derramamiento de sangre puede parecer contradictorio con esto, los espectadores atentos notarán una clara alineación con las creencias cristianas tradicionales. Al final de la segunda película, queda claro que Art sirve a demonios reales, mientras que la protagonista Sienna Shaw obtiene sus poderes de seres celestiales. Esto no es una mera metáfora; pinta un retrato de un antagonista infernal con el poder de corromper a la humanidad, con Art representando a un monstruo bíblico y la Niña Pálida como una entidad demoníaca. Sin embargo, las frecuentes referencias bíblicas no se traducen en una declaración temática coherente.
¿Las películas de Terrifier poseen un tema unificador?
Aunque varios componentes de la trilogía de Terrifier abordan ciertas ideas, no se logra encontrar un hilo temático claro. La primera entrega, en particular, es un claro ejemplo de esta falta de profundidad, ya que ofrece poco más que una subversión de las expectativas intercalada en sus escenas violentas. Sin embargo, a partir de la segunda película, los personajes y los conceptos subyacentes cobraron importancia. Aun así, tanto la segunda como la tercera película abordan temas esporádicamente, y el conflicto predominante del “bien contra el mal” sirve más como marco narrativo que como un verdadero tema. A pesar de su tesis en evolución, la tercera película aún tiene mucho margen para el desarrollo.
¿Terrifier 3 introduce nuevos conceptos?
El universo de Terrifier es uno en el que la luz parece no existir y la oscuridad lo domina todo, caracterizado por actos de violencia y desesperación. El arte sirve como una fuerza de decadencia moral, difundiendo terror y nulidad dondequiera que pisa. A raíz de sus acciones brutales, algunos individuos se convierten en seguidores obsesivos. Terrifier 3 aborda esta noción, reflejada en adultos que participan en cosplay y la representación de podcasts sospechosas sobre crímenes reales. La película intenta criticar la violencia de los medios, pero la mayoría de los personajes mueren de formas que parecen no estar relacionadas con este comentario. La narrativa desea comunicar un mensaje, pero sigue encadenada por su énfasis excesivo en muertes espantosas, concluyendo narrativas con una tendencia a lo prolongado e insatisfactorio. Sin embargo, a medida que se desarrolla el tercer acto, Terrifier 3 comienza a reconocer el profundo vacío moral que impregna su mundo.
En una secuencia de terror culminante, Vicky Hale, ahora el conducto de la demoníaca Niña Pálida, intenta poseer a Sienna Shaw. Lo logra asesinando sin piedad a los seres queridos de Sienna y anunciando que su existencia carece de sentido y no ofrece respiro. Aquí, el público percibe que la insidiosa influencia de Art encarna la corrupción demoníaca que se extiende desde un reino de otro mundo. Cada acto brutal, cada gota de sangre, incluso las almas que una vez animaron los restos desmembrados, sirven como sacrificios en un diseño más grandioso. Cuenta una narrativa de selección divina, retratando una figura salvadora singular que reúne la fuerza para soportar por el bien de la humanidad. Esta historia yuxtapone lo mundano con lo maligno, ilustrando la obra del diablo al tiempo que sugiere un redentor potencial. Es similar a La Pasión de Cristo reimaginada a través de la lente de La matanza de Texas.
Se pueden encontrar sutiles temas bíblicos en muchas narraciones, pero Terrifier lleva sus influencias a flor de piel, elaborando metódicamente una narrativa cristiana inusual. A medida que desarrolla más este intrigante ángulo, la franquicia Terrifier se acerca a una conclusión temática enfocada. De hecho, trasciende el mero espectáculo del derramamiento de sangre; surge como una alegoría bíblica que busca magnificar la severidad de la crucifixión. La pregunta urgente para los fanáticos fervientes es si eso agrega una capa de significado a la saga.
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