¡Atención! Este artículo contiene spoilers de la segunda temporada de El Juego del Calamar.
Implicaciones del final de la temporada 2 en las teorías para la temporada 3
La conclusión de la segunda temporada de El Juego del Calamar sugiere la posible realización de una de las teorías más discutidas entre los fans sobre sus personajes principales. Dada la audiencia récord de la serie, que refleja el éxito de su primera temporada, han surgido innumerables teorías que especulan sobre los giros dramáticos que puede tener la tercera y última temporada. Si bien algunas de estas conjeturas son bastante inverosímiles, otras resuenan profundamente con los temas establecidos y los arcos de los personajes de la serie.
A falta de una última temporada para concluir esta fascinante serie coreana de Netflix, no todas las teorías se cumplirán, por muy plausibles que parezcan. Sin embargo, la aparición de una teoría en particular se ha vuelto cada vez más probable después de los oscuros acontecimientos de la temporada 2. Esta teoría ha estado circulando desde la primera temporada, y los eventos que se desarrollaron en la temporada 2 hacen que sea difícil descartar su viabilidad de cara al futuro.
La transformación de Gi-hun: ¿Un potencial nuevo líder?
Señales de erosión de la humanidad en Gi-hun
La teoría predominante sugiere que el viaje de Gi-hun puede culminar en una conclusión moralmente ambigua en la que se convierta en el nuevo líder. Inicialmente, esta posibilidad parecía remota, especialmente dada la trayectoria esperanzadora del personaje de Gi-hun en la temporada 1. Sin embargo, a medida que avanza la temporada 2, esta posible evolución se vuelve cada vez más plausible. En los primeros episodios, Gi-hun parece estar en una noble misión para desmantelar los juegos y salvar a sus compañeros concursantes de su sombrío destino.
Sin embargo, en las últimas etapas de la temporada, sus aspiraciones heroicas chocan contra un muro importante. Un elaborado plan ideado por Gi-hun para oponerse a los guardias se derrumba cuando no logra averiguar la verdadera identidad del Jugador 001, que resulta ser el líder. Desgarradoramente, Gi-hun pierde a su amigo Jung-bae antes de que concluya la temporada, lo que lo despoja de su humanidad restante, preparando el escenario para su posible evolución hacia un líder de corazón frío en la próxima temporada.
La misión del líder en la temporada 2
Persuadir a Gi-hun: La dualidad de los juegos
En la segunda temporada, el líder adopta la personalidad del Jugador 001 y se relaciona con Gi-hun en un esfuerzo por presentar los juegos de una manera más favorable. A través de los recuerdos de su propio pasado desgarrador como concursante, intenta transmitirle la creencia de que los juegos pueden ofrecer la salvación. Revela que participó en los juegos con la esperanza de amasar suficiente riqueza para salvar a su esposa, que padece una enfermedad terminal, y a su hijo nonato. A pesar de la oscuridad que rodea a los juegos, intenta persuadir a Gi-hun de que ofrecen una oportunidad legítima de redención y transformación.
Aunque la primera temporada de El juego del calamar obtuvo una notable puntuación en Rotten Tomatoes del 95%, la segunda temporada se encuentra actualmente en el 85%. El destino de la esposa del líder sigue siendo turbio, lo que sugiere que, incluso como vencedor, su triunfo se vio ensombrecido por la incapacidad de salvarla. Esta complejidad fomenta un sentimiento de deuda hacia los juegos, ya que le proporcionaron circunstancias que percibió como un cambio de vida. Gi-hun, sin embargo, se mantiene firme en sus convicciones, desestimando los argumentos del líder y manteniéndose firme en su resolución de terminar con los juegos.
Los sacrificios de Gi-hun: un cambio hacia el lado oscuro
El peso de las decisiones: vidas en juego
En su afán por desmantelar los juegos, Gi-hun emprende acciones que revelan contradicciones morales preocupantes, en paralelo con la crueldad del líder, In-ho. A medida que la competencia se intensifica, los concursantes se dividen en dos facciones: los que desean abandonar el juego y los que esperan un premio mayor. Cuando la votación termina en empate, Gi-hun toma una decisión controvertida: les dice a los jugadores que desean irse que busquen refugio debajo de las camas mientras esperan la llegada de los guardias. En lugar de defender activamente a esos jugadores, Gi-hun opta por diseñar una estrategia de rebelión basada en el engaño.
Esta decisión tiene consecuencias catastróficas: muchos jugadores inocentes mueren mientras que el plan de Gi-hun, que funciona, consigue algunos éxitos iniciales. Al final, se enfrenta a la derrota ante los organizadores de los juegos, lo que le provoca pérdidas más trágicas, incluida la vida de Jung-bae. La disposición de Gi-hun a tratar las vidas humanas como algo prescindible en pos de un supuesto bien mayor refleja la mentalidad de In-ho.
La disposición de Gi-hun a arriesgar tantas vidas subraya un cambio preocupante hacia la ambigüedad moral, similar a las cualidades del líder. Al devaluar las vidas individuales para obtener ganancias personales, Gi-hun experimenta una transformación que puede preparar el terreno para su posible trayectoria como el nuevo líder en la temporada 3.
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