La muerte de Michael Corleone, un personaje vívidamente interpretado por Al Pacino en la célebre trilogía de El Padrino de Francis Ford Coppola , contrasta marcadamente con la de su padre, Vito Corleone, interpretado por Marlon Brando. El viaje cinematográfico narra la evolución de Michael desde un joven ingenuo que se adentra en el mundo del crimen organizado hasta su desenlace como un líder cansado de la sórdida vida de la mafia. Esta saga, que abarca tres películas, suele considerarse una narrativa coherente, en la que la historia de Michael sirve como epílogo de la vida y la muerte de su padre.
La trilogía presenta una trama continua que destaca la transición del título de El Padrino, comenzando con Vito y culminando con el papel de Michael como jefe de la familia Corleone. Sin embargo, la esencia de El Padrino se extiende más allá de los temas del crimen y la traición; entrelaza intrincadamente elementos de vida y muerte. La narrativa comienza con Vito en su mejor momento, seguido de su fallecimiento, que finalmente conduce al final solitario de Michael en El Padrino Parte III . Esta noción cíclica de la vida entremezclada con la muerte enfatiza una divergencia crítica entre los dos personajes.
Las muertes distintivas de Michael y Vito Corleone
Finales contrastantes para dos padrinos
Los paralelismos entre las muertes de Vito y Michael Corleone son sorprendentemente deliberados en El Padrino y El Padrino III . La muerte de Vito ocurre en el ambiente sereno de un jardín, donde disfruta de unos momentos de tranquilidad con su nieto, incluso mientras consume la naranja amenazante. En contraste, la muerte de Michael tiene lugar en un entorno similar: él también está al aire libre, disfrutando de la luz del sol y rodeado de naturaleza. Sin embargo, mientras que Vito está envuelto por el amor familiar, Michael enfrenta su final en una profunda soledad.
Mientras que los últimos momentos de Vito se suavizan con la presencia de su querido nieto, la caída solitaria de Michael muestra la profundidad de su aislamiento. En particular, el colapso de Vito habla del legado y la vitalidad familiar, ya que muere lleno de afecto por el niño que representa la esperanza para el futuro. En marcado contraste, Michael queda abandonado, rodeado únicamente por los perros que deambulan a su alrededor, un reflejo conmovedor de su conmovedora soledad.
Explorando las razones detrás de sus diversos finales
La muerte de Michael: una interpretación compleja
Ambos personajes se involucran en acciones impensables y experimentan pérdidas devastadoras debido a la violencia de la mafia, lo que lleva a la importante pregunta de por qué la muerte de Vito se retrata con un sentido de piedad, mientras que la de Michael parece impregnada de angustia. La respuesta puede estar en la distancia emocional que Michael cultiva en comparación con Vito, quien, aunque despiadado, encarna una calidez que mantiene a su familia unida. Este esquivo afecto familiar puede haber protegido a Vito de la soledad que impregna el final de Michael.
La metamorfosis de Michael en una figura endurecida crea barreras entre él y sus seres queridos. En su lucha por mantener relaciones genuinas, da órdenes que cortan los lazos familiares y encarnan la traición; la más notoria es su fría decisión de eliminar a su hermano Fredo. Esta divergencia en sus caracterizaciones aclara por qué un don encuentra la muerte rodeado de calidez mientras que el otro la enfrenta sin compañía.
Curiosamente, otro punto de vista sostiene que la muerte solitaria de Michael simboliza una forma de altruismo. Mientras que el final idílico de Vito se caracteriza por su capacidad de atraer a la familia al negocio, las decisiones de Michael, aunque trágicas, apuntan a sacar a su familia restante del violento mundo criminal. Sin embargo, esto también le provoca pérdidas catastróficas, que culminan con la muerte de Mary, un sacrificio insoportable por el bien de la seguridad futura de sus hijos. En última instancia, Michael asume tanto la carga del legado de su familia como la soledad que lo acompaña, logrando el resultado profundamente deseado por Vito: una vida libre de enredos de la mafia.
El impacto del corte alternativo de El Padrino III
Un cambio notable en la narrativa
En 2020, Coppola estrenó El Padrino Coda: La muerte de Michael Corleone , una versión refinada de la tercera entrega, que marca cambios significativos, en particular la omisión de la escena de la muerte de Michael. En lugar de presenciar su muerte literal en el jardín, el público se concentra en las consecuencias emocionales tras la muerte de su hija Mary.
Esta alteración transforma la “muerte” de Michael en una pérdida figurativa, centrándose en la devastación emocional que implica el colapso de la familia. La decisión de eliminar su final físico invoca una reflexión más profunda: ¿cómo serán sus últimos momentos? Aunque el público se queda reflexionando, este cambio no implica que los últimos días de Michael reflejen felicidad alguna; de hecho, sugiere que la pérdida de Mary destroza metafóricamente a Michael, marcando un final conmovedor para su viaje.
Con una puntuación del 86 % en Rotten Tomatoes en comparación con el 67 % de la original, El Padrino Coda genera un amplio espectro de interpretaciones sobre el destino final de Michael. Sin embargo, esta alteración narrativa aún refuerza el mensaje subyacente de la serie: las sofocantes repercusiones de una vida llena de crimen, que finalmente culmina en una profunda pérdida y aislamiento.
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