
La atmósfera ambiciosa de “La mujer en el patio”
En una notable desviación de sus propuestas habituales, Blumhouse Productions presenta «La mujer en el patio», una película de terror que se inclina por una atmósfera matizada en lugar de sustos evidentes. Esta película, caracterizada por su ritmo pausado y profundidad temática, podría recordar al público los episodios clásicos de La dimensión desconocida o incluso la narrativa más extensa de una película de Jordan Peele. Si bien puede fallar en la plena realización de sus ambiciosos conceptos, la película merece reconocimiento por aventurarse en un territorio innovador dentro de un género a menudo criticado por su repetitividad y explotación.
Regresando a las raíces del terror
Bajo la dirección de Jaume Collet-Serra, conocido por producciones a gran escala como «Jungle Cruise», «Black Adam» y «Carry-On», «The Woman in the Yard» marca un regreso a sus raíces de terror, con reminiscencias de obras anteriores como «House of Wax» y «Orphan».Con el telón de fondo de una granja aislada y ruinosa, una escena que podría haber sido sacada de una pintura de Andrew Wyeth, la película sigue a la atribulada familia de Ramona, interpretada por Danielle Deadwyler. Ramona aún se recupera de un terrible accidente automovilístico que se llevó a su esposo, David (Russell Hornsby), cuya presencia se siente a través de conmovedores flashbacks. Su dinámica familiar se complica aún más por sus dificultades económicas, como lo indica el uso de muletas de Ramona y el evidente estado de abandono que rodea su hogar.
La mujer misteriosa
La tensión se intensifica dramáticamente cuando una misteriosa mujer, interpretada por Okwui Okpokwasili, aparece en su patio, vestida completamente de negro y con un velo que le oculta el rostro. Mientras Ramona les ordena a sus hijos que se queden dentro, se acerca tímidamente a la enigmática figura. La inquietante pregunta de la mujer, «¿Cómo llegué aquí?», pronto se transforma en una inquietante proclamación: «Hoy es el día, Ramona. Me llamaste y vine».Estas palabras resuenan con fuerza a lo largo de la película, incitando al espectador a reflexionar sobre su significado.
Tensiones crecientes y tropos familiares
El público descubrirá que la atmósfera de terror creciente de la película se complementa con una serie de sucesos extraños, desde la misteriosa desaparición del perro de la familia hasta la inquietante idea de que la mujer de negro se acerca cada vez más a su casa. Sin embargo, a medida que avanza la narrativa, «La mujer en el jardín» empieza a recurrir a clichés del terror, con sustos repentinos y un montaje frenético característicos del género.
Un corte por encima del resto
Sin embargo, estos tropiezos no merman la calidad general de la película. La dirección de Collet-Serra se mantiene elegante y discreta, mientras que el director de fotografía Pawel Pogorzelski captura imágenes que sugieren que incluso los cielos brillantes y serenos pueden ocultar el terror subyacente. Las sólidas interpretaciones elevan esta obra; la interpretación de Deadwyler como una madre que lidia con el dolor añade una complejidad inesperada a su personaje, retratando tanto el amor como la frustración hacia sus hijos. Los jóvenes actores Peyton Jackson y Estella Kahiha son convincentemente genuinos en sus papeles, evitando las irritaciones típicas que suelen asociarse con los actores infantiles. La impactante presencia de Okpokwasili le asegura un futuro prometedor en la industria.
Los entusiastas del terror cerebral se regocijan
Algunos espectadores que prefieren las narrativas rápidas pueden sentirse decepcionados por el estilo pausado de «La Mujer en el Patio» y su enigmático final, que invita a diversas interpretaciones. Sin embargo, para los amantes del terror cerebral, esta película ofrece una experiencia cautivadora que premia la reflexión profunda en lugar de recurrir a la violencia y el impacto.
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