
El género de las comedias de espías ha experimentado niveles de popularidad fluctuantes a lo largo de la historia del cine. La década de 1960, en particular los años de la franquicia de James Bond, produjo una notable variedad de películas. Si bien no todas fueron aclamadas por la crítica, lograron constantemente ofrecer entretenimiento al público. Algunas fueron parodias directas de Bond, mientras que otras simplemente tomaron prestados elementos del género para crear narrativas cómicas distintivas.
Normalmente, las películas de espías están cargadas de suspense y de las complejidades asociadas a las operaciones clandestinas. En cambio, las comedias de espías destacan por sus extravagantes estilos narrativos que aligeran la tensión, transformando misiones serias en aventuras cómicas. Estas películas combinan elementos emocionantes característicos del género de espías con elementos absurdos, presentando agentes cómicamente ineptos y villanos extravagantes. Incluso hoy, el encanto de la comedia de espías persiste, sobre todo con varias películas memorables de los años 60 que siguen cautivando al público.
10 Como un pedernal (1967)
Una secuela que amplifica el absurdo

Tras el éxito de Nuestro Hombre Flint, de Daniel Mann, «Como Flint» intensifica las excentricidades y devuelve a James Coburn y Lee J. Cobb a sus papeles originales. En esta ocasión, el personaje de Coburn, Derek Flint, se embarca en una misión para desmantelar «Cara Fabulosa», una organización siniestra empeñada en empoderar a las mujeres con control global.
Si bien la película aspira a replicar el dinamismo de su predecesora, su ritmo y su exagerado absurdo han llevado a algunos a considerarla menos favorable, situándola en un lugar infravalorado entre las comedias de espías. Los elementos cómicos conectan con quienes conocen Flint, pero podrían distanciar a los recién llegados a la franquicia.
9 Modestia Blaise (1966)
Una aventura de espías elegante, pero caótica, dirigida por mujeres

Inspirada en la tira cómica de Peter O’Donnell, Modesty Blaise recibió fuertes críticas inicialmente tras su lanzamiento a mediados de la década de 1960, pero posteriormente se ganó una fiel base de fans. La narrativa gira en torno a su personaje principal, una exlíder criminal convertida en espía, interpretada por Monica Vitti, quien se embarca en una misión para el Servicio Secreto Británico.
Esta película abraza con desenfreno los aspectos idiosincrásicos del género de espionaje, presentando villanos extravagantes y escenas elegantemente elaboradas. Sin embargo, se aleja significativamente del material original, lo que resulta en varios errores de continuidad y un tono peculiar. Si bien estas discrepancias inhiben su recepción crítica, ofrecen una experiencia nostálgica y entretenida para los espectadores.
8 El liquidador (1965)
El dilema del asesinato en el trabajo de espionaje

Un producto ejemplar de las imitaciones de James Bond de la época, The Liquidator sumerge al espectador en los exóticos escenarios y memorables personajes secundarios asociados al género de espionaje. Rod Taylor brilla como Boysie Oakes, un personaje al que el agente británico Mostyn (Trevor Howard) encomienda la tarea de eliminar a espías corruptos que ponen en peligro información confidencial.
A pesar de su aire de thriller, la película sigue siendo una delicia gracias a su toque humorístico. Como Boysie no puede llevar a cabo asesinatos por sí mismo, recurre a una solución poco convencional: contratar a un sicario profesional.
7 La tripulación de demolición (1968)
El capítulo final de la saga de Matt Helm

Aunque considerada una entrega menor de la serie de Matt Helm, The Wrecking Crew ofrece su propio toque de humor y acción. Dean Martin retoma su papel como el personaje principal, quien es convocado de nuevo a la acción para frustrar al Conde Contini (Nigel Green), un villano sospechoso de fugarse con la asombrosa suma de mil millones de dólares en oro.
El viaje de Matt Helm a Copenhague está marcado por su colaboración con la guía Freya Carlson (Sharon Tate) en una carrera contrarreloj para capturar a Contini. Si bien el humor y la acción no alcanzan el nivel de las películas anteriores de la saga, su encantadora interacción la hace notable. Aunque se barajaron planes para una secuela, Dean Martin decidió no participar.
6 Casino Royale (1967)
Los agentes de bonos se unen contra el SMERSH

Mucho antes de la aclamada adaptación de 2006, se creó una película parodia titulada Casino Royale, una interpretación libre de la obra de Ian Fleming. David Niven interpreta a un Bond que sale de su retiro para enfrentarse a SMERSH, una organización responsable de la desaparición de varios agentes. En un giro ingenioso, ordena que todos los agentes adopten el nombre de «James Bond» para confundir al enemigo.
Si bien este concepto es muy prometedor, la ejecución tiene dificultades para unificar diversos hilos satíricos en una narrativa coherente. Si bien la crítica ha sido mayoritariamente desfavorable a lo largo de los años, el público aún puede deleitarse con la esencia cómica de la película y su ingeniosa interpretación de los tropos de Bond.
5 Los silenciadores (1966)
El debut de Dean Martin como Matt Helm

Basada en las célebres novelas de espías de Donald Hamilton, Los Silenciadores marca la primera representación cinematográfica de la serie de Matt Helm. La adaptación se aleja significativamente del material original, creando una narrativa cargada de humor que difiere del estilo literario de Hamilton.
En esta película, Dean Martin revive a Matt Helm, quien es llamado de vuelta de su retiro para frustrar a Big O, una organización amenazante que busca provocar una guerra nuclear. Con abundantes situaciones cómicas, la película refleja las encantadoras peculiaridades del subgénero de la comedia de espías. A pesar de sus temas familiares, la carismática interpretación de Martin garantizó la producción de tres secuelas adicionales, incluyendo The Wrecking Crew.
4 El Dr. Goldfoot y la máquina del bikini (1965)
Un conjunto de personalidades icónicas del género

El Dr. Goldfoot y la Máquina del Bikini parodia creativamente el legado de James Bond, a la vez que impregna su narrativa con un humor que critica los clichés de las películas de espías. Si bien la crítica ha variado, la interpretación de Vincent Price del villano titular y el efectivo equilibrio entre acción y comedia de la película le han granjeado una fiel audiencia a lo largo del tiempo.
La exuberante actuación de Price como el científico excéntrico que comanda un ejército de mujeres robot para llevar a cabo atracos es una delicia y selló la reputación de la película dentro del género.
3 Nuestro hombre Flint (1966)
Una parodia directa e ingeniosa de James Bond

Como una de las parodias más claras del legado de Bond, Nuestro Hombre Flint adopta un enfoque exagerado, presentando a Derek Flint —el carismático y absurdo protagonista interpretado por James Coburn— en un mundo que exagera alegremente los rasgos conocidos de Bond. La trama sigue a Flint, quien regresa de su retiro, mientras lucha contra una camarilla de científicos locos que buscan manipular el clima.
Con grandes decorados y actuaciones cautivadoras, Coburn atrae al público con facilidad hacia las emocionantes travesuras de la historia, lo que explica el éxito de la película y su secuela inmediata, In Like Flint.
2 El barco con fondo de cristal (1966)
Un triunfo de humor físico con un elenco estelar

Protagonizada por la ilustre Doris Day y Rod Taylor, » El Barco con Fondo de Cristal» presenta una variante única del género de la comedia de espías. Empleando con ingenio el humor slapstick, ofrece un refrescante cambio respecto a las comedias típicas de la época. La trama gira en torno al personaje de Day, Jennifer Nelson, a quien agentes incompetentes confunden erróneamente con una espía soviética.
Esta premisa familiar se ve reforzada por un elenco estelar, que ayuda a llegar a un público más amplio. La encantadora actuación de Day conecta tanto con sus fans de siempre como con los nuevos espectadores. Junto a ella, Taylor y un joven Dom DeLuise contribuyen a la dinámica cómica de la película.
1 Sigue espiando (1964)
Una entrada innovadora en una franquicia de comedia histórica

La querida serie de películas Carry On estrenó su novena entrega, Carry On Spying, dejando una huella significativa como una de las parodias inaugurales de su género. Con Kenneth Williams como el cómico agente Desmond Simkins, esta película trata sobre un escuadrón de reclutas encargado de recuperar una fórmula confidencial robada.
Siendo una de las primeras incursiones de la franquicia en el género de la parodia, Carry On Spying rinde homenaje a numerosas películas de espías. Su encanto único cobra vida gracias a las actuaciones de actores conocidos como Williams y la incorporación de Barbara Windsor, estableciendo un clásico que se distingue de sus contemporáneos.
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