Naruto cuenta con una variada y rica lista de personajes, lo que hace que sea difícil identificar a los que podrían considerarse verdaderamente malos. La fortaleza del desarrollo de los personajes de Naruto brilla a través de su creador, Masashi Kishimoto, que muestra su habilidad para crear individuos intrincados y que invitan a la reflexión. Sin embargo, no todos los personajes están tan bien ejecutados como otros. Algunas figuras prominentes de la serie han sido criticadas por su desconexión con la narrativa, mientras que otras solo están recibiendo reconocimiento con el tiempo a medida que el público reevalúa sus contribuciones. Esto ha provocado debates vibrantes entre los fanáticos sobre la importancia de los diferentes personajes dentro de la trama de Naruto, particularmente aquellos que han crecido en popularidad o han seguido siendo figuras de admiración o crítica.
10. Kakashi se lo merece
El mentor del Equipo 7 se gana el reconocimiento
Kakashi Hatake presenta un estudio de personaje convincente, caracterizado por su actitud distante y relajada cuando se presenta al Equipo 7. A medida que guía a Naruto, Sasuke y Sakura, revela gradualmente su potencial latente. Si bien algunas de sus acciones, como enseñarle a Sasuke el Chidori, demuestran un juicio defectuoso, no obstante se destaca como uno de los mentores más efectivos de la serie. Con el tiempo, la historia de fondo matizada de Kakashi dentro del ANBU agrega una profundidad significativa a su personaje, especialmente resaltada durante su icónica batalla contra Obito. Incluso durante su breve mandato como Hokage, las habilidades de liderazgo de Kakashi lo establecen como uno de los Hokage más competentes de Naruto.
9. Sarutobi no lo hace
El primer Hokage da un mal ejemplo (y se pone peor)
El primer Hokage que los fans de Naruto conocen realmente es Hiruzen Sarutobi, quien finalmente falla en su deber de proteger y cuidar a Naruto durante sus años de formación. La adherencia de Sarutobi a la tradición se convierte en una desventaja, especialmente a medida que la serie profundiza en las luchas de Naruto con el ostracismo. A medida que se desarrolla la narrativa, el enfoque pasivo de Sarutobi, particularmente en relación con Danzo, resalta su caracterización cada vez más inquietante, revelando una indiferencia inquebrantable hacia los eventos más oscuros de Konoha. Si bien algunos espectadores lo recuerdan con cariño por sus contribuciones anteriores e influencia en el legendario Sannin, es evidente que no sirve como un modelo adecuado para lo que un Hokage debería encarnar.
8. Konan se lo merece
Konan es uno de los shinobi más interesantes de Naruto
Al principio, Konan quedó un tanto eclipsada en la historia de Naruto, pero recientemente ha obtenido un merecido reconocimiento. Como miembro fundador de Akatsuki, su pasado está íntimamente ligado a las trágicas historias de Nagato y Yahiko, quienes se vieron profundamente afectados por el tumulto de la guerra. A diferencia de sus homólogos, Konan encarna una misión arraigada en la esperanza y el cambio, particularmente evidente en su batalla culminante contra Obito, donde su notable jutsu de papel brilla. Además, su personaje desafía las narrativas dominantes que rodean el heroísmo de Konoha, estableciéndola como una figura multifacética que merece ser el centro de atención.
7. Jiraiya no lo hace
El impacto de Jiraiya es mínimo, aunque su legado es sustancial
Aunque muchos lo adoran, el personaje de Jiraiya puede no estar a la altura de los elogios que lo rodean. Si bien desempeña un papel crucial al impartir habilidades esenciales a Naruto, su exagerada priorización de los ideales shinobi a menudo lo lleva a descuidar a quienes lo rodean, como Tsunade y los huérfanos de Amegakure. Su emotiva despedida de Naruto sigue siendo uno de los momentos más impactantes de la serie; sin embargo, la superficialidad del desarrollo de su personaje deja una sensación de incompletitud. Como resultado, los fanáticos pueden sentirse enamorados no de Jiraiya como personaje, sino de la visión idealizada que representa.
6. Rock Lee se lo merece
El personaje más inspirador de Naruto es el verdadero perdedor
Rock Lee es un poderoso testimonio de las desigualdades inherentes a la dinámica de poder de Naruto. Su personaje no solo encarna al verdadero desvalido, sino que también resuena como un atractivo símbolo de resiliencia en un mundo dominado por usuarios de jutsu. El público se siente atraído por el espíritu inquebrantable de Lee, su personalidad entrañable y su dedicación a la superación, que culminan en momentos memorables a lo largo de la serie, en particular su intensa batalla contra Gaara. Su capacidad para superar los desafíos y sus encuentros culminantes con formidables enemigos como Madara se alinean con los temas centrales de perseverancia y determinación que Naruto ejemplifica.
5. Neji no lo hace
Quejoso y cruel, Neji no logra desarrollar su potencial
El arco del personaje de Neji Hyuga se ve ensombrecido por su frialdad inicial y su comportamiento duro hacia Rock Lee. Su supuesto crecimiento se ve oscurecido por el giro de la narrativa hacia otros personajes. El impacto de la muerte de Neji sirve como un momento crucial, utilizado para avanzar la trama y desarrollar la relación de Naruto y Hinata, lo que lleva a los fanáticos a lamentar el potencial que no se había desarrollado por completo en el personaje de Neji. Su trágico final no logra resonar profundamente porque había sido en gran parte subdesarrollado y marginado en el momento en que ocurre, lo que reduce su importancia para la historia general.
4. Deidara se lo merece
Ningún ninja ejemplifica mejor lo opuesto de Naruto
Deidara cautiva al público con su vibrante pasión por el arte explosivo, que contrasta notablemente con los valores defendidos por el sistema shinobi. Como miembro de Akatsuki, encarna el espíritu de desafío contra las normas shinobi tradicionales. Sin tener mucho respeto por las ideologías establecidas, Deidara vive únicamente para su arte y la alegría que este le brinda, mostrando una aceptación sin complejos de la creatividad que resuena entre los fanáticos y acentúa aún más su merecido lugar en el panteón de los personajes de Naruto.
3. Obito no lo hace
Los cambios repentinos y artificiales diluyen a los antagonistas de Naruto
Obito Uchiha, otro miembro notable de Akatsuki, a menudo no cumple con las expectativas en términos de coherencia de personaje. Si bien su relación con Kakashi y Rin proporciona un contexto interesante, no es suficiente para justificar sus acciones extremas. El peso emocional de los motivos de Obito se siente menos convincente en comparación con los ideales más amplios y de mayor impacto que impulsan a otros personajes como Nagato y Madara. Sus motivaciones abruptas diluyen su efectividad como antagonista principal, lo que hace que los espectadores cuestionen la coherencia de su trayectoria como personaje.
2. Sasuke se lo merece
El último Uchiha tiene un arco de personajes increíble
Sasuke Uchiha es una figura decisiva en la historia del shōnen, revolucionando el concepto de rivalidad dentro del anime. Su intrincada relación con Naruto impulsa temas centrales que resuenan en todo el mundo ninja. Con sus excepcionales habilidades de combate, las batallas de Sasuke contribuyen significativamente a los momentos más memorables de la serie. A pesar de algunas críticas en torno a sus problemas de desarrollo y comunicación, indudablemente merece reconocimiento debido a su impacto sustancial en el tejido narrativo de Naruto y la dinámica de la rivalidad.
1. Minato no lo hace
El padre de Naruto en realidad no es muy inspirador en retrospectiva
Mientras que Sasuke es el eje central de la identidad de Naruto, Minato Namikaze desempeña un papel similar, pero su reconocimiento parece inmerecido en la crítica. La representación de Minato como Hokage plantea preguntas sobre el debilitamiento de la narrativa de Naruto como un perdedor. Aunque sus sacrificios resuenan profundamente a nivel emocional, su efectividad y acciones como Hokage parecen limitadas a lo largo de la serie. Esta discrepancia revela un problema más amplio dentro de Naruto , en el que numerosos personajes habitan el espacio entre la leyenda y la mediocridad, lo que lleva a una intrigante mezcla de mito y realidad.
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