A raíz de las recientes elecciones, el cambio de postura del presidente electo Donald Trump sobre cuestiones clave ha suscitado dudas, en particular en lo que respecta a su relación con la popular plataforma de intercambio de vídeos TikTok. Hace apenas unos años, Trump se manifestó abiertamente en su intento de prohibir TikTok en Estados Unidos por cuestiones de seguridad nacional, alegando que la empresa matriz china, ByteDance Ltd., amenazaba con comprometer la privacidad de los usuarios estadounidenses.
En 2020, cuando su primer mandato estaba a punto de terminar, la propuesta de Trump de “prohibir TikTok” provocó un gran revuelo entre los usuarios y los creadores de contenido. Sin embargo, esta iniciativa nunca se materializó, un patrón que recuerda a sus anteriores desventuras comerciales. En junio de 2024, Trump lanzó su cuenta oficial de TikTok con el objetivo de atraer a un grupo demográfico de seguidores más jóvenes, al tiempo que bautizaba sus primeros vídeos con proclamas audaces como “Voy a salvar TikTok”. Los informes indican ahora que Trump se está preparando para apoyar a TikTok cuando regrese al cargo, lo que lleva a muchos a preguntarse sobre las motivaciones detrás de este abrupto cambio de actitud.
@realdonaldtrump Lanzamiento de mi TikTok en @UFC 302.
El cambio de rumbo de Trump: un nuevo aprecio por TikTok
En una reciente aparición en Fox News, Kellyanne Conway, ex asesora de Trump, destacó su aparente hipocresía con respecto a TikTok. Reveló que Trump pretende revocar un proyecto de ley firmado por el presidente Biden que podría llevar a una prohibición nacional de la aplicación. Según Conway, Trump reconoce el amplio alcance de TikTok y su papel para atraer a los jóvenes votantes, y lo presenta como una herramienta valiosa en las campañas modernas.
Conway afirmó: “Aprecia la amplitud y el alcance de TikTok, que utilizó magistralmente junto con los podcasts y los nuevos medios para ganar”. Además, criticó al Partido Demócrata por su postura sobre las prohibiciones, sugiriendo que Trump pretende diferenciarse al adoptar TikTok en lugar de respaldar lo que ella denominó “medidas draconianas”. Sin embargo, sus comparaciones entre TikTok y otros productos básicos del comercio estadounidense, como los automóviles a gasolina y las pajitas de plástico, parecen forzar el argumento, lo que genera escepticismo en el público.
Atribuir la culpa: Biden, TikTok y las acusaciones de interferencia electoral
Trump también ha culpado al presidente Biden por la precaria posición de TikTok en Estados Unidos. Lo ha señalado como responsable de las consecuencias sociopolíticas que podría derivar de una posible prohibición de TikTok, a pesar de haber encabezado una orden ejecutiva destinada a eliminarla del territorio estadounidense.
Para aumentar el misterio de esta situación, han surgido informes sobre la colaboración de Trump con el destacado donante republicano Jeff Yass, un inversor en TikTok. Esta conexión plantea preguntas sobre las posibles maquinaciones detrás de escena en juego, y muchos especulan que el interés de Trump en la plataforma puede no derivar únicamente de la defensa de las libertades en las redes sociales, sino que también podría estar vinculado a intereses financieros.
Mientras esperamos más novedades antes de la investidura de Trump el 19 de enero, las especulaciones sobre el futuro de TikTok siguen descontroladas. Si Trump logra “salvar” a TikTok consiguiendo un nuevo propietario, podría ser una señal de un movimiento estratégico para reforzar su imagen entre los defensores de la libertad de expresión. Sin embargo, la pregunta central persiste: ¿se trata de un cambio de rumbo para proteger el acceso de los estadounidenses a los medios de comunicación o simplemente una maniobra para complacer a los inversores ricos?
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