Dragon Ball es una franquicia monumental que ha cautivado al público durante más de cuatro décadas. Creada por el prestigioso Akira Toriyama, esta serie sigue manteniendo su popularidad e influencia en todo el mundo. La reciente incorporación al universo, titulada DAIMA, refuerza el hecho de que los fanáticos siguen siendo firmes en su admiración por este icónico programa.
Sin embargo, la franquicia se enfrenta a un período complicado. Las disputas legales en torno a los derechos de Dragon Ball podrían poner en peligro futuros lanzamientos de manga y anime. Tras el desafortunado fallecimiento de Toriyama en marzo de 2024, estos conflictos se han intensificado, lo que ha provocado problemas sin resolver entre las partes implicadas, como se destacó en una entrevista de julio de 2024.
Preocupaciones sobre los derechos de Dragon Ball
La posición del resto se debilitó
La revelación de estos problemas legales salió a la luz en un artículo de la revista japonesa Weekly Tokyo Keizai. Dirigida por el periodista Soichiro Morita, la entrevista abundó sobre cómo Shueisha podría perder su control sobre la franquicia . Tras un desacuerdo con los ejecutivos, Akio Iyoku, que había supervisado Dragon Ball durante años, abandonó Shueisha para lanzar su propia empresa, Capsule Corp.
La salida de Iyoku se debió a su degradación a un rol menos creativo después de disputas sobre la dirección de la franquicia, una situación que al parecer desalentó a Toriyama, quien confiaba en Iyoku implícitamente. Iyoku aspira a ser el nuevo representante oficial del legado de Toriyama, buscando dirigir los esfuerzos creativos, incluidos los videojuegos y las adaptaciones de anime.
Tras la muerte de Toriyama, el futuro de Dragon Ball quedó sumido en la incertidumbre. Iyoku estaba dispuesto a asumir el control, pero la falta de voluntad de Shueisha de renunciar a la franquicia (una de las más lucrativas) complicó las cosas. Los fans han observado una notable disminución del contenido de Dragon Ball, incluida la tan esperada continuación de Dragon Ball Super, atribuida en gran medida a la demora de Shueisha en las aprobaciones. Tal y como están las cosas en diciembre de 2024, el conflicto sigue sin resolverse.
Los riesgos financieros para Shueisha
La aprensión de Shueisha por perder los derechos de Dragon Ball se debe principalmente a los importantes ingresos generados por la serie. El artículo menciona que los juegos para dispositivos móviles, en particular Dokkan Battle, han acumulado más de 5 mil millones de dólares solo en febrero de 2024. Además, el éxito de Dragon Ball Super: Super Hero, que recaudó aproximadamente 13 mil millones de yenes, subraya la importancia financiera de la franquicia.
Teniendo en cuenta su condición de una de las series de anime más queridas a nivel mundial, no sorprende que Shueisha se muestre reacia a ceder el control, especialmente considerando la rentabilidad actual de la franquicia. Incluso si Capsule Corp. se asegura los derechos de la serie animada, Shueisha conservaría la propiedad del manga, lo que haría que la resolución de esta disputa sea aún más compleja.
El salto empresarial de Iyoku
Ambiciones de expansión de la franquicia
Durante la entrevista, Iyoku expresó sus frustraciones por haber quedado al margen de la dirección creativa de Dragon Ball. Imaginó un futuro en el que la franquicia pudiera expandirse drásticamente, incluyendo nuevas series de anime y videojuegos, junto con proyectos que reflejaran las ideas originales de Toriyama. Sus ambiciones lo llevaron a tomar decisiones unilaterales, como buscar una adaptación cinematográfica de la obra de Toriyama, Sand Land, sin aprobación previa.
“Sin consultar a sus superiores, el Sr. Iyoku decidió unilateralmente hacer una adaptación cinematográfica de ‘SAND LAND’ de Toriyama-sensei”.
– El informante de Morita
El informante de Morita indicó que antes de su salida, Iyoku enfrentó varios desafíos, particularmente en relación con las colaboraciones con tecnologías emergentes como el Metaverso y la IA. Su degradación fue un último esfuerzo de Shueisha para mantener el control en medio de una tensión significativa, lo que indica que la lucha en curso por los derechos de Dragon Ball puede afectar negativamente a la franquicia en general.
El impacto en los fans en medio de la disputa por los derechos
El contenido futuro puede verse afectado
La disputa legal entre Shueisha e Iyoku es crucial para determinar el futuro de Dragon Ball, pero supone un riesgo importante para la comunidad de fans. Como se destaca en la entrevista de Morita, las disputas en curso contribuyen a los retrasos en el lanzamiento de nuevo material. Los fans ya han notado una pausa desde el último capítulo (#103) del manga Dragon Ball Super, realizado en marzo de 2024.
La muerte de Toriyama obliga a una reflexión estratégica sobre el desarrollo de la serie. Sin embargo, la disputa legal en curso entre Iyoku y Shueisha complica considerablemente estos esfuerzos. Dado que es poco probable que ninguna de las partes dé marcha atrás hasta que se cumplan sus demandas, los fanáticos de Goku y sus aliados pueden enfrentar una espera prolongada para nuevas aventuras, especialmente ahora que DAIMA se acerca a su conclusión.
Dragon Ball sigue siendo un legado incomparable que trasciende generaciones y géneros. Los fanáticos solo pueden esperar una rápida resolución de las disputas sobre los derechos para garantizar la continuidad de una franquicia que ha dejado una marca indeleble en el mundo del anime y más allá.
Fuente: Semanal Tokio Keizai
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