
Descubra el mundo de alto octanaje de Storror en el último documental de Michael Bay
Si alguna vez soñaste con ver una película de Michael Bay llena de acción emocionante pero sin tramas complicadas ni personajes molestos, entonces estás de suerte. El nuevo documental de Bay se centra en un dinámico equipo de siete atletas de parkour que han cautivado a millones de personas en YouTube con sus impresionantes acrobacias durante los últimos 15 años.
Conozca al equipo de Storror
Storror está formado por los hermanos Cave, Max y Ben, así como por los hermanos Powell, Callum y Sacha, junto con Josh Burnett-Blake, Drew Taylor y Toby Seglar. Este documental, titulado We Are Storror, que ya apareció en la explosiva aventura de Bay, **Six Underground**, ofrece a estos atletas la oportunidad de brillar en la pantalla grande, sumergiendo al público en una acción trepidante que puede dejarlo con la respiración entrecortada.
Una advertencia para los espectadores
El documental comienza con una advertencia crítica: “No intentes hacer nada de lo que ves aquí”.Es una advertencia necesaria, dado que las acrobacias se realizan sin efectos especiales, trucos fotográficos ni redes de seguridad, lo que aumenta su autenticidad y el factor adrenalina.
Entendiendo el Parkour
Aunque Merriam-Webster describe el parkour como el arte de sortear obstáculos con eficiencia y agilidad, la película no profundiza en los antecedentes de este deporte, sino que sumerge a los espectadores en la acción con la suposición de que comprenderán su esencia simplemente al presenciarla.
“¿Por qué vale la pena arriesgar la vida por este segundo en el aire?”, pregunta un miembro del equipo, dejando la pregunta en el aire, presumiblemente retórica.
A través de secuencias emocionantes, el documental muestra la alegría y la adrenalina que impulsan a estos atletas, incluso en medio de la cruda realidad de sus lesiones. Los momentos de triunfo se yuxtaponen con lesiones desgarradoras, que recuerdan el clásico montaje televisivo de la “emoción de la victoria, la agonía de la derrota”, pero con una crudeza que rara vez se ve en la pantalla.
Una aventura global
Viajando alrededor del mundo, el equipo de Storror arriesga su vida y sus extremidades en varios lugares: en Portugal, explorando sitios para acrobacias; en India, enfrentándose a la competencia de ágiles monos; en Bulgaria, recorriendo un complejo de apartamentos en ruinas; y en Hong Kong, enfrentándose a la policía local.
Imágenes visualmente impactantes
La fotografía de la película es impresionante. Combina colores vibrantes, tomas en blanco y negro y secuencias en cámara lenta, capturando cada momento emocionante. Las imágenes tomadas con drones resaltan sus movimientos sincronizados desde arriba, mientras que las cámaras GoPro, que suelen llevar los atletas, brindan una experiencia inmersiva.
Reflexionando sobre su viaje
Los clips antiguos revelan que los miembros de Storror han estado realizando estas acrobacias desde la infancia, mucho antes de que se dieran cuenta de que tenía un nombre. Un atleta reflexiona sobre su crianza como «casi salvaje», pero es evidente que han desarrollado un enfoque profesional para su oficio. La película también los captura preparándose meticulosamente para sus actuaciones, asegurando un entorno seguro quitando clavos y lijando superficies.
Enfrentando el paso del tiempo
Mientras los atletas realizan hazañas asombrosas, también se enfrentan a las realidades del envejecimiento. Un miembro del equipo reconoce con franqueza: “Nuestros cuerpos físicos van a empezar a fallarnos”, haciendo alusión a las inevitables limitaciones de su estilo de vida lleno de aventuras. Burnett-Blake, a menudo considerada la voz conservadora del grupo, admite que está cansada de las acrobacias de alto riesgo y reconoce que “tienen fecha de caducidad”.
Un toque personal, pero de impacto limitado
Bay intenta añadir profundidad a través de anécdotas personales de los atletas. Por ejemplo, en un momento se narra la lucha de un miembro del equipo por mantener una relación a distancia, aunque esos interludios resultan un tanto extraños dado que la película se centra en la acción con mucha adrenalina.
El espíritu de Storror
A pesar de las deficiencias en la profundidad narrativa, las acrobacias que se muestran son innegablemente impresionantes. Mientras el equipo salta de tejado en tejado con la clásica melodía «Up on the Roof» de fondo, su capacidad atlética y su auténtica camaradería se destacan, mostrando lo que realmente significa desafiar la gravedad.
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