A primera vista, El joven Werther puede parecer una película sin importancia, especialmente en sus primeros 10-15 minutos. Sin embargo, si los espectadores perseveran, la película revela gradualmente su verdadera esencia. Adaptada de la novela de Johann Wolfgang Goethe de 1774, Las desdichas del joven Werther , el director José Lourenço refina hábilmente los elementos burdos de la narrativa original, presentándola con un estilo contemporáneo. Esta transformación toma una historia pesada y a menudo sombría y la infunde con un espíritu vibrante, convirtiéndola en una refrescante incorporación al género de la comedia romántica.
La película cuenta con un reparto impresionante, con Douglas Booth y Alison Pill en papeles protagonistas, con actuaciones notables de Patrick J. Adams (de Suits), Amrit Kaur (The Sex Lives of College Girls) e Iris Apatow, que explora dimensiones más maduras de los personajes. Debido a la naturaleza epistolar de la novela de Goethe (narrada a través de las cartas de Werther), los personajes secundarios reciben un desarrollo limitado. Si bien la actuación de Apatow se hace eco del papel de su hermana en Euphoria y Kaur está un poco infrautilizada, el trío central de Werther (Booth), Charlotte (Pill) y Albert (Adams) lleva innegablemente el peso de la narrativa.
Un diálogo encantador y una influencia romántica realzan al joven Werther
Comienzos difíciles, finales triunfantes
El joven Werther es un fascinante estudio de caso sobre cómo se puede revitalizar la literatura clásica para el público moderno. Lourenço demuestra un afecto genuino por el género de las comedias románticas, reconociendo una reciente disminución de las propuestas ricas en creatividad y profundidad. La configuración inicial de la película puede resultar complicada debido a la elección de Lourenço de incorporar elementos de diálogo arcaico y perspectiva caprichosa característicos de Werther. Sin embargo, una vez que la historia gana impulso, se transforma en una escapada encantadora.
Sin embargo, la película se enfrenta a algunos desafíos de producción modernos, incluido un enfoque cuestionable para la gradación de color y una profundidad de campo demasiado baja que puede distraer a los espectadores. Si bien aspira a evocar elementos estilísticos del cine clásico, como las obras de Merchant Ivory, hay un anhelo por la estética exuberante y los grandes escenarios típicos de los dramas de época. A pesar de esto, El joven Werther logra evocar un encanto del siglo XVIII en medio de su paisaje urbano, creando una mezcla única de lo antiguo y lo nuevo.
En esta adaptación, el joven Werther conecta profundamente con el tema del anhelo, un sello distintivo del canon romántico. Aunque Werther es representado sin muchos matices, su profunda capacidad para amar y anhelar dice mucho. Un momento particularmente destacado ocurre entre Booth y Pill cuando confrontan sus sentimientos mutuos en una escena tórrida con cremalleras (los detalles permanecerán ocultos), pero esta interacción entre inocencia y tensión cautiva a la audiencia.
La actuación de Allison Pill es particularmente notable; eleva a su personaje más allá del cliché de la chica de ensueño maníaca y duende, aportando profundidad a su papel. Booth, como protagonista, adopta con facilidad tanto los elementos románticos como los cómicos, consolidando su posición como protagonista convincente. Pill se enfrenta al reto de equilibrar su papel como objeto de afecto con la necesidad de retratar a un personaje con iniciativa y complejidad. Si bien la película no alcanza la perfección, casi logra ese ansiado equilibrio.
Un salto refrescante para la comedia romántica moderna
Pioneros en el futuro del romance
El éxito de la película se debe en gran medida a la química palpable entre Booth y Pill, ya que su dinámica exuda una sensación de disfrute y autenticidad que resuena en los espectadores. Quienes estén familiarizados con la literatura de Goethe deberían acercarse a El joven Werther con cautela, entendiendo que, si bien la conclusión rinde homenaje a la esencia sombría de la obra original, la película reconfigura activamente la narrativa. El final puede no adherirse a los tonos más oscuros del material original, pero sigue siendo subversivo por derecho propio.
Aunque El joven Werther podría pasar desapercibida debido a su estreno limitado y a su relativa oscuridad, tiene el potencial de convertirse en una joya escondida para los entusiastas de las comedias románticas este año. A medida que el género evoluciona, proyectos como este sirven como faros de inspiración, destacando las ricas posibilidades para las comedias románticas futuras. Las adaptaciones de la literatura clásica siguen teniendo un atractivo duradero, y obras como la de Jane Austen se reinventan con frecuencia. A medida que cambia el panorama de las comedias románticas, es vital recurrir a narrativas nuevas y establecidas para impulsar el género.
El estreno en cines, plataformas digitales y streaming a pedido de El joven Werther está previsto para el 13 de diciembre. La película tiene una duración de 101 minutos y está clasificada R por lenguaje inapropiado y referencias sexuales.
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